En un mundo donde la explotación sexual es una realidad que afecta a miles de personas, es fundamental abordar este tema con sensibilidad y respeto. Sin embargo, en muchos casos, las noticias y artículos que tratan sobre este tema pueden ser explotatorios y violar la privacidad de las víctimas. Es por esto que es importante recordar que las víctimas de explotación sexual tienen derecho a ser tratadas con dignidad y respeto, y que no se deberían victimizar ni explotar de nuevo a través de la publicidad o la difusión de historias personales sin su consentimiento. En este sentido, es clave ofrecer alternativas para reescribir títulos de noticias de manera más respetuosa y sensibilizada hacia la víctima, como por ejemplo, La lucha de María contra la explotación sexual y la violencia, La reconstrucción de la vida después de la explotación sexual o La lucha por la supervivencia en la wake de la explotación sexual.
La lucha contra la explotación sexual y la violencia: una historia de supervivencia
En España, más de 600 personas fueron víctimas de explotación sexual en 2023, según datos del Ministerio del Interior. El 98% de ellas eran mujeres.
La historia de María
María (nombre ficticio) pasó más de cuatro años dentro de la red de trata. En una entrevista, explica que, a medida que pasaba el tiempo, se destruía. Te vas volviendo nada, asegura.
María entró en la red de trata en 2017, cuando tenía 21 años. Trabajaba en un hotel en Venezuela y conoció a una persona de nacionalidad china que le ofreció un trabajo en su país. En ese momento, cuando a ti te ofrecen irte, pues no lo piensas mucho. Para cómo estaba entonces en ese momento el país, uno no piensa 'yo mejor me quedo aquí'. No. Me estaban ofreciendo trabajo, hospedaje y sabía que con ese dinero podía ayudar a mi familia, asegura.
María indica que nunca fue a la embajada y que la persona que le ofreció el empleo fue la que se encargó del proceso del visado. Compraron los pasajes. Y ya cuando llegué allí ya no era la misma historia que yo me sabía, lamenta.
La situación en China
María explica que, cuando llegó a China, le dijeron que, supuestamente, el trabajo todavía no estaba listo, pero en realidad fue trasladada a Hong Kong. Allí fue donde empezó realmente la historia de que no iba a trabajar, sino de que tenía que atender a clientes y siempre con una sonria y siendo amable, indica.
En el lugar a donde la llevaron había más chicas y más hombres que se encargaban de todo. María asegura que residía en un piso de un metro cuadrado y que en cada habitación había tres literas, donde dormían seis mujeres. Éramos todas más o menos de la misma edad. Había colombianas, venezolanas, de Ecuador, explica.
El trato y la explotación
Respecto al trato que recibía, María expone que la gran mayoría de las personas que se encargaban de los lugares en los que trabajaba eran muy malos y que no les importaba en qué situación se encontraban las víctimas. En el caso de los clientes, agrega que, para algunos, no era nadie, mientras que otros buscaban la manera de comunicarse. Hay de todo al final, matiza.
María afirma que ha podido trabajar hasta 10 ó 12 horas en un día. Hasta que te duela la cadera, puede ser 12 horas, 10 horas, hasta que tu cuerpo ya no dé, lamenta.
La difícil situación
María señala que lo más duro para ella fue cuando empezó a sentir el golpe de realidad y comenzó a sufrir ansiedad y depresión. Es realmente cuando te das cuenta, porque te dicen que tienes que pagar una cantidad de dinero que nunca terminas de pagar. Pero estás allí. Pasa el tiempo y, al final, te destruyes. Hay gente que se vuelve viciosa, empieza a fumar. Te vas volviendo nada, agrega.
La ayuda de Accem
María logró salir de la red de trata en 2021, cuando un cliente frecuente le ayudó a comunicarse con un familiar, que le facilitó su viaje a España. Ya en territorio español, contactó con la ONG Accem.
María recomienda ser fuerte mentalmente a quien esté actualmente en una situación de trata. Porque ya físicamente lo eres, aguantas, tú aguantas lo que sea. Pero mentalmente te destruyes muy fácilmente. Que sea fuerte mentalmente que va a pasar. Acaba en algún momento, concluye.
La labor de Accem
La experta en trata de seres humanos de Accem, Carmen Martínez, señala que la ONG detecta aproximadamente 70 casos de trata en España al año, pero puntualiza que cada caso es muy variable.
Martínez asegura que, mayoritariamente, las víctimas son mujeres con edades variadas. Es verdad que suelen ser mujeres y personas jóvenes, pero estamos hablando desde los 18 años, porque en teoría menores de edad no podríamos atender, hasta personas o mujeres de 50 años, indica.
La experta en trata de Accem destaca que, muchas veces las personas que atiendan todavía no han sufrido la explotación, es decir, que aún están en el proceso de tránsito hasta el lugar final, en ocasiones España y, en otros, países europeos. Es una intervención muy compleja porque las personas todavía no tienen como esa concepción de que existe un riesgo y de que pueden ser víctimas de la trata, porque al final las personas que las han traído a España, que era su objetivo, son las que las han ayudado a traerlas, ha apuntado.
Martínez incide en que, para la ONG, lo fundamental es que desde un vínculo de confianza adquieran toda esa información para que si en el futuro se encuentran en esa situación sepan que no es lo normal y que tienen derechos y que pueden pedir ayuda.
La respuesta contra la trata
Finalmente, Martínez destaca que la respuesta contra la trata tiene que ser desde un prisma de los derechos humanos, en el que se reconozca a todas las víctimas, sean hombres, mujeres, niños, niñas, personas transgénero y víctimas de cualquier forma de explotación.
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