Descubre la Pequeña Suiza de Marruecos, una ciudad de arquitectura alpina rodeada de naturaleza
En el corazón del Atlas Medio, en Marruecos, se esconde un tesoro arquitectónico y natural que sorprenderá a cualquier viajero. La ciudad de Ifrane, apodada como la Pequeña Suiza de Marruecos, es un destino turístico único que combina la arquitectura alpina con la belleza natural de la región. Ubicada a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar, Ifrane se caracteriza por sus edificios de estilo chalet suizo, rodeados de bosques de abetos y cedros, y ofrece vistas impresionantes de la cordillera del Atlas. Prepárate para descubrir este rincón encantador de Marruecos, donde la naturaleza y la arquitectura se unen en perfecta armonía.
Descubre la Pequeña Suiza de Marruecos: una ciudad de arquitectura alpina rodeada de naturaleza
Marruecos es mucho más que Fez, Tánger y Marrakech, la urbe más visitada. El país norteafricano esconde auténticas maravillas que suelen pasar desapercibidas por los turistas, y entre ellas se encuentra una pintoresca ciudad que ha sido bautizada como la pequeña Suiza marroquí por sus paisajes y su arquitectura, que nos evoca a la del estado alpino.
Ifrane, la ciudad escondida del norte de Marruecos
Situada en la cadena montañosa del Atlas Medio, la localidad de Ifrane se alza a 1.650 metros de altitud, con un clima frío y nieves recurrentes. Este factor ha condicionado su urbanismo y ha hecho que se asemeje más al que encontraríamos en países centroeuropeos.
La región de Fez-Mequinez acoge la ciudad de Ifrane, fundada por los franceses en el año 1929, ya que en esa época, desde el 1912 al 1956, Marruecos fue un protectorado francés. Esta localidad presume de estar inmersa en un entorno privilegiado, un parque natural con tranquilos lagos, cascadas y frondosos valles.
Un entorno natural único
De hecho, aquí encontraremos el bosque de cedros más grande del mundo, que cubren las laderas de las montañas del Medio Atlas con un manto de verdor, señalan desde Turismo de Marruecos.
Para explorar de primera mano esa naturaleza, podremos hacer rutas de senderismo por los itinerarios marcados. Todo ello, acompañado de un clima fresco, perfecto para quienes busquen huir del calor de las grandes ciudades marroquís, y una variada fauna y flora, pudiendo ver desde macacos hasta ciervos.
Qué ver en Ifrane
La ciudad de Ifrane nos hará sentir a muchos kilómetros de distancia, tal y como nos adelanta su apodo: la pequeña Suiza. Ese sobrenombre se la ha ganado gracias a sus techos a dos aguas de colores rojizos, sus verdes jardines y sus paisajes nevados en los meses de invierno.
Incluso, podremos practicar esquí en la cercana estación de Mischliffen, que cuenta con pistas de esquí para todos los niveles.
Con un paseo por sus limpias y cuidadas calles, descubriremos tesoros como la estatua del león, ubicada en la entrada de la ciudad, que se ha convertido en un símbolo de la localidad. También caminaremos por su plaza principal, llena de jardines y fuentes, y descubriremos edificios históricos como el Mausoleo Azul y la Iglesia de San Francisco de Asís, que destaca por sus entramados de madera y sus vitrales de colores.
También merece la pena acercarse al llamado Jardín de los Cerezos, mucho más bonito en primavera con la floración.
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