En un contundente contrapunto a las críticas vertidas por el político Javier Milei, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, defendió la seguridad en España después de que Milei insinúe un posible riesgo en el país debido a las pintadas en la casa del astro del fútbol Lionel Messi. El incidente, que generó gran revuelo en las redes sociales, llevó a Milei a cuestionar la capacidad del gobierno para garantizar la seguridad ciudadana en España. Sin embargo, el ministro Puente respondió con firmeza, rechazando categóricamente las acusaciones y destacando los logros alcanzados por las fuerzas de seguridad en la lucha contra la delincuencia.
Puente contra Milei: España es uno de los países más seguros del mundo, afirma el ministro
El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha respondido a las insinuaciones del presidente de Argentina, Javier Milei, sobre la falta de seguridad en España, después de que activistas de Futuro Vegetal vandalizaran la casa del futbolista Lionel Messi en Ibiza.
España es el país número 23 en seguridad en el mundo y subiendo. Argentina es el número 47, replicó Puente a través de la red social X, adjuntando un listado de países según su seguridad.
Esta respuesta llega después de que Milei reclamara al gobierno de Pedro Sánchez que garantice la seguridad de los argentinos en España. El presidente argentino había expresado su preocupación por la seguridad en España después de que la casa de Messi fuera vandalizada con pintadas.
En España, los comunistas que quieren asesinar a los ricos y abolir la policía para terminar con el cambio climático, escribió Milei en un tuit, agregando que el comunismo es una ideología fomentada por la envidia, el odio y el resentimiento hacia los exitosos. No tiene lugar en el mundo libre y civilizado.
La casa del futbolista Lionel Messi fue vandalizada con pintadas que parecían ser de pintura roja y negra, pero posteriormente se reveló que se trataba de zumo de remolacha. Los activistas de Futuro Vegetal responsable del acto declararon que su objetivo era llamar la atención sobre el impacto ambiental de la riqueza.
La portavoz del grupo, Carolina Pulido, dijo que no puede ser que el 1% de la población más rica del mundo genere el mismo efecto contaminante que dos tercios de la población más vulnerable.
Los activistas también se sacaron una fotografía con una pancarta que decía Help the Planet - Eat the Rich - Abolish the Police (Ayudar al planeta, comerse a los ricos y abolir la Policía, en inglés).
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