En el escenario más importante del deporte internacional, los Juegos Olímpicos son el máximo exponente de la excelencia y la dedicación. Sin embargo, detrás de cada medalla de oro y cada récord roto, hay historias de derrota y frustración que deben ser superadas. En este sentido, la edición de París 2024 no será la excepción. En este artículo, exploraremos las estrategias y lecciones aprendidas por los atletas y entrenadores que participarán en este gran evento, y cómo estas experiencias pueden ser aplicadas en otros ámbitos de la vida para alcanzar el camino al éxito. Descubra cómo superar la derrota puede ser la clave para alcanzar la grandeza.
Lágrimas y lecciones en París: Deportistas españoles revelan su lado más humano tras la derrota
Entre los 10.500 deportistas participantes en los Juegos Olímpicos de París 2024, solo 329 se irán con una medalla de oro. Un 10% de los inscritos obtendrán medalla, lo que significa que nueve de cada diez olímpicos serán, en el sentido literal de la palabra, unos perdedores. Y cada uno perderá a su manera.
Adriana Cerezo rompe a llorar en una entrevista tras quedarse sin medalla de taekwondo en París 2024. No me he encontrado, expresa la karateca, que quedó fuera del podio pese a llegar como aspirante a repetir la medalla que ya ganó en Tokio 2020.
Reacciones de todo tipo
Desde las lágrimas a la autocrítica más feroz, pasando por el conformismo o la promesa de un mejor resultado en la próxima ocasión, cualquier reacción es comprensible tras la decepción de la derrota.
Momento durísimo, no duro, fue la contundente respuesta del atleta Adrián Ben a su adiós en los 800 m este jueves en París. En similares términos, aunque a más de 700 km, en Marsella, se expresó el regatista Jordi Xammar tras fallar, junto a Nora Brugman, en su ataque al podio en la clase 470.
Es un momento muy duro, pero los deportistas sabemos que el deporte tiene también la cara difícil y hoy por desgracia nos toca vivirlo a nosotros, dijo el campeón del mundo.
El bloqueo emocional y la incomprensión
Otra de las formas más comunes de asimilar un mal día es el bloqueo emocional y la incomprensión, como experimentó Adriana Cerezo el miércoles.
No me he encontrado, expresó la karateca. Estoy un poco a ciegas, sin sensaciones claras de lo que ha pasado en el combate. No me he encontrado, no he hecho el trabajo que tenía que hacer.
La autocrítica y la esperanza
La autocrítica y la esperanza son también formas de superar la derrota. La campeona del mundo de fútbol Jenni Hermoso, tras caer ante Brasil en la semifinal olímpica, se pregunta: ¿A qué le llamamos fracaso?.
En esta vida no vas a conseguir todo lo que te propones. El fútbol es así, un día estás arriba y otro abajo. Intentas dar el máximo, pero no hemos estado bien, admitió la madrileña.
El consuelo de la medalla de bronce
No todos tendrán el consuelo de la medalla de bronce. La selección masculina de waterpolo, que se despidió inesperadamente del podio, tendrá que jugar para decidir del quinto al octavo puestos.
Es el primer cuarto de final que pierdo en mi vida, aseguró Marc Larumbe. No sé cómo gestionar ahora eso de jugar del quinto al octavo puesto. Diría que lo jugase mi primo. Pero hay que aguantar estos días y tratar de levantar al equipo.
La promesa de una victoria
El mejor ejemplo de cómo intentar borrar una derrota con la promesa de una victoria lo dieron los remeros Rodrigo Conde y Aleix García, quintos en doble scull como colofón a un ciclo en el que habían sido subcampeones mundiales y europeos.
No hay mucho que analizar, dijo Conde. Consideramos que ha sido una regata muy buena de principio a fin (.). Ahora hay que analizar en frío dónde estamos y hacia dónde queremos ir, que es hacia el oro olímpico.
Porque lo normal es perder, solo quien ha ganado todo expresó mejor que nadie lo que queda cuando se cierra una puerta: Lo único que he sentido realmente es agradecimiento. Palabra de Rafael Nadal.
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