- La habitación del miedo: la dura realidad en el centro de Ateca que ahora está siendo investigado por condiciones de vida inhumanas de menores.
- La habitación del miedo: un centro de Ateca es investigado por condiciones de vida inhumanas de menores
- El horror en el centro: menores víctimas de torturas, lesiones y agresiones sexuales
- El secreto del centro de Ateca: detenidos por supuestas vejaciones y maltratos a menores de edad
La habitación del miedo: la dura realidad en el centro de Ateca que ahora está siendo investigado por condiciones de vida inhumanas de menores.
Un escándalo que conmociona a la opinión pública: el centro de menores de Ateca, supuestamente diseñado para brindar protección y apoyo a niños y adolescentes vulnerables, ha sido descubierto en medio de una situación de crisis que ha generado gran alarma entre las autoridades y la sociedad civil. Las condiciones de vida inhumanas a las que se ven sometidos los menores en este centro, han sido denunciadas por varios organismos y testigos, lo que ha llevado a la apertura de una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y encontrar soluciones urgentes para proteger a estos menores en riesgo.
La habitación del miedo: un centro de Ateca es investigado por condiciones de vida inhumanas de menores
En un centro de Ateca, en Zaragoza, se han descubierto condiciones de vida inhumanas y vejaciones contra menores de edad. La habitación donde se cometían estos abusos se conoce como la habitación del terror. Los menores eran encerrados durante horas sin comida ni luz, y eran sometidos a magulladuras, quemaduras y agresiones sexuales.
Cinco personas han sido detenidas, entre ellas el director del centro, y se les acusa de delitos de torturas, lesiones, contra la integridad moral y pertenencia a grupo criminal. La jueza se ha estremecido al escuchar los testimonios y ver las imágenes de las heridas presentadas por algunas de las posibles víctimas.
El horror en el centro: menores víctimas de torturas, lesiones y agresiones sexuales
Los menores de entre 13 y 17 años que vivían en el centro de Ateca sufrieron un trato denigrante y brutal. Lesiones, torturas, agresiones sexuales, vejaciones eran parte de su vida diaria. Los educadores les obligaban a permanecer largos intervalos de tiempo con los brazos levantados, les dejaban sin comer y les apretaban el cuello.
Algunas chicas tenían miedo de denunciar porque los educadores las grababan con el móvil y traficaban con fotos pornográficas de las niñas. Ahora la Guardia Civil está rastreando los dispositivos en busca de esas pruebas.
El secreto del centro de Ateca: detenidos por supuestas vejaciones y maltratos a menores de edad
La instructora considera que cuatro de los detenidos podrían ser autores de delitos de agresión sexual. Se trata de sus propios educadores, las personas encargadas de protegerlos, instruirlos y cuidarlos. No disponían de la titulación necesaria para ese trabajo, lo que habría permitido que personas capacitadas para torturar se pusieran al mando de un centro especializado en la tutela de menores de edad.
Las consecuencias de este género de agresiones, sumadas a las humillaciones, dejan una herida indeleble en la psique. El trauma puede permanecer latente durante años y afectar a su futuro desarrollo psicológico.
La dinámica de autoridad con la que se habrían relacionado con las víctimas podría afectar a su futuro desarrollo psicológico, provocando ansiedad, depresión, problemas de apego y de conducta, disociación y fallos en el aprendizaje.
El caso de Ateca es un escándalo que pone en evidencia la necesidad de una mayor supervisión y control en este tipo de instituciones. La justicia debe actuar con rapidez y severidad para castigar a los responsables y proteger a las víctimas.
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