La creciente cantidad de jóvenes sin empleo y educación preocupa a los expertos, eclipsando el descenso del desempleo juvenil

La creciente cantidad de jóvenes sin empleo y educación preocupa a los expertos, eclipsando el descenso del desempleo juvenil

A pesar de que los últimos datos revelan un descenso en el desempleo juvenil, los expertos en economía y educación están preocupados por la creciente cantidad de jóvenes que no tienen empleo ni educación. Esta tendencia es particularmente inquietante en un momento en que la economía global enfrenta desafíos importantes y la competencia por puestos de trabajo es cada vez más feroz. La situación es aún más alarmante si se considera que la falta de educación y empleo entre los jóvenes puede tener consecuencias a largo plazo en la sociedad, afectando la productividad, la estabilidad social y la cohesión. En este contexto, es fundamental analizar las causas y consecuencias de este fenómeno y buscar soluciones efectivas para abordar este problema.

Jóvenes sin empleo: un problema creciente que eclipsa el descenso del desempleo juvenil

La tasa de desempleo juvenil ha disminuido significativamente desde la pandemia, con una tasa actual del 13% a nivel mundial, la más baja de los últimos quince años y menor también a la tasa pre-pandemia, del 13,8% en 2019. Sin embargo, según el informe sobre empleo juvenil presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), uno de cada cinco jóvenes en 2023 (20,4% del total) ni estudia ni está en formación profesional ni trabaja.

La brecha laboral es uno de los principales problemas que enfrentan los jóvenes, ya que dos de cada tres ninis (jóvenes sin empleo, educación o formación) son mujeres. En algunas regiones podemos decir que estamos en pleno empleo juvenil, aseguró en la rueda de prensa de dicho informe el director general de la OIT, Gilbert Houngbo.

La calidad del empleo sigue siendo un problema

Además de la falta de empleo, la calidad del empleo también es un tema de preocupación para los jóvenes que sí trabajan. En todo el mundo, más de la mitad de los trabajadores de 15 a 24 años tienen un empleo informal. Esto está provocando una creciente ansiedad entre los jóvenes, que se ven obligados a enfrentarse a un mercado laboral que sienten que les excluye y a un crecimiento insuficiente de empleos decentes.

Brecha de género y regional

La recuperación del empleo juvenil tras la pandemia de la covid-19 no ha sido universal, por lo que ciertas regiones y muchas mujeres jóvenes no están percibiendo la mejoría. La tasa de desempleo juvenil subió más bruscamente entre las mujeres durante la crisis de la pandemia y durante el período de recuperación las cosas mejoraron en menor medida para ellas que para ellos.

La brecha de género también se refleja en las estadísticas de los ninis, puesto que la tasa mundial de mujeres jóvenes ninis (28,1%) duplicó la de los hombres jóvenes (13,1%) en 2023. Esto pone de relieve el impacto desproporcionado de la pandemia en las oportunidades de empleo de las mujeres jóvenes y muestra que algunas se han quedado atrás en el proceso de recuperación, valoró el director general de la OIT.

El papel de la Inteligencia Artificial

El informe de la OIT también aborda la manera en que el avance de la robótica, la automatización y la inteligencia artificial están transformando los mercados de trabajo y su incidencia para los jóvenes. Los avances tecnológicos ponen en duda la continuidad de la mano de obra humana en determinados trabajos, lo que deriva en que dos de cada tres jóvenes aseguren tener miedo de perder su trabajo.

Muchos jóvenes tienen cualificaciones y niveles educativos para trabajos que en realidad ya no existen y, por tanto, la búsqueda de empleo puede ser mucho más larga, lo que les lleva a la desesperación, señaló la subdirectora general de Empleo y Protección Social de la OIT, Mia Seppo.

Según una encuesta de la OIT, la región con mayor proporción de jóvenes extremadamente o muy preocupados por la estabilidad laboral durante los próximos seis meses fue África, con un 35%, seguida del mundo árabe (31%), América (25%), Asia y el Pacífico (23%) y Europa y Asia central (18%).