- La tensión en el hogar aumenta: el cuidado de familiares mayores y hijos pequeños pone a prueba la relación entre hermanos y parejas
- La tensión en el hogar aumenta: el cuidado de familiares y hijos pequeños pone a prueba el equilibrio de las relaciones
- El cuidado informal, una realidad para la mayoría
- ¿Quién cuida de las personas cuidadoras?
- La Economía Informal, una carga para las relaciones sociales
- La petición de las familias: profesionalización y apoyo público
La tensión en el hogar aumenta: el cuidado de familiares mayores y hijos pequeños pone a prueba la relación entre hermanos y parejas
En la actualidad, el cuidado de familiares mayores y hijos pequeños se ha convertido en una carga emocional y física para muchos hogares. La responsabilidad de atender a dos generaciones a la vez puede generar tensión y estrés en la relación entre hermanos y parejas. Esta situación se ha vuelto cada vez más común, ya que la esperanza de vida aumenta y la estructura familiar cambia. Según un reciente estudio, el 60% de las personas entre 30 y 50 años se encuentran en esta situación, lo que puede llevar a conflictos y desacuerdos dentro de la familia.
La tensión en el hogar aumenta: el cuidado de familiares y hijos pequeños pone a prueba el equilibrio de las relaciones
Un reciente estudio de Vivofácil (antes Alares), titulado 'Radiografía emocional de la Economía del Cuidado en España', revela que el cuidado de personas mayores y menores está poniendo a prueba las relaciones entre hermanos, parejas y sociedad en general.
Según el análisis, basado en técnicas cualitativas y entrevistas a un centenar de personas en España, un 38% de españoles considera que ha empeorado la relación con sus hermanos a raíz del cuidado de sus mayores, mientras que un 26% cree que la relación con su pareja se ha deteriorado por el cuidado de los menores a cargo.
El cuidado informal, una realidad para la mayoría
El estudio destaca que el 54% de los encuestados recurre al cuidado de sus personas mayores, dependientes o hijos de manera informal, es decir, sin contrato ni factura. Además, la mitad de las personas encuestadas reconoce haber pagado sin factura o contrato los servicios asistenciales.
En cuanto al cuidado de los hijos, el informe pone de manifiesto que un 60% de las familias ha recurrido alguna vez a los abuelos y abuelas para el cuidado de sus menores durante las vacaciones.
¿Quién cuida de las personas cuidadoras?
La sociedad todavía no entiende que las personas cuidadoras son una figura clave en el Estado de bienestar. Aunque en la mayoría de las familias (56%) son los abuelos en pareja los que se encargan del cuidado de sus nietos, las abuelas en solitario alcanzan el 31% frente a los abuelos en solitario, que representan un 8%.
Los expertos prevén un exceso de carga de la Economía Informal, formada por el círculo cercano (familia, vecinos, amigos) para el cuidado de personas, lo cual, según advierten, deteriorará las relaciones sociales y empeorará la conciliación de la vida personal, laboral y familiar si no se toman medidas públicas de carácter urgente.
La petición de las familias: profesionalización y apoyo público
Las personas consultadas solicitan la aprobación de exenciones fiscales a las personas físicas que contraten a personas cuidadoras dentro de la economía formal (de forma propia o a través de empresas), lo que evitaría, según indican, el alto volumen de empleo no declarado que arrastra este sector.
Un 66% de los encuestados piensa que hay más garantías de calidad si los servicios asistenciales son prestados mediante contrato o factura, y por ello reclaman una mayor profesionalización de estos cuidados.
También piden más fondos para la Ley de Dependencia y ayudas públicas, así como mejores cuidados en el domicilio, por encima de otras alternativas como las residencias.
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