- Millón y medio de personas en el sector servicios tienen un trabajo adicional para garantizar su sustento
- La precariedad en el sector servicios: un millón y medio de personas tienen un trabajo adicional para completar sus ingresos
- La reforma laboral y la figura de los contratos fijos
- La búsqueda de una segunda vía de ingresos
- La situación laboral en el sector servicios
Millón y medio de personas en el sector servicios tienen un trabajo adicional para garantizar su sustento
En un contexto económico cada vez más incierto, un estudio revela que un millón y medio de personas que trabajan en el sector servicios en nuestro país se ven obligadas a tener un trabajo adicional para poder garantizar su sustento económico. Esta situación es consecuencia directa de la inestabilidad laboral y la bajada de salarios que han caracterizado al mercado laboral en los últimos años. Esta cifra alarmante pone en evidencia la vulnerabilidad financiera de un gran número de trabajadores que, lejos de disfrutar de una estabilidad laboral, deben luchar cada día para llegar a fin de mes.
La precariedad en el sector servicios: un millón y medio de personas tienen un trabajo adicional para completar sus ingresos
La situación de los trabajadores del sector servicios ha mejorado a raíz de la reforma laboral, que ha aportado una mayor estabilidad en los puestos de trabajo y las subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) efectuadas desde 2018 (54%). Sin embargo, estos cambios y la firma de nuevos convenios colectivos no han conseguido acabar con la precariedad de esta actividad económica, como pone de relieve la última Encuesta de Población Activa.
Más de medio millón de profesionales del sector servicios tuvieron un segundo empleo entre abril y junio -el dato del segundo trimestre es el último disponible-. En concreto, suman 513.400 trabajadores y suponen el 88% de los ocupados que tenían dos puestos de trabajos simultáneos para completar sus ingresos.
Además, el sondeo reflejado por el INE refleja que si bien la mayoría de ellos prestaban sus servicios en el tercer sector, casi 35.000 se dedicaban a la agricultura, la industria o la construcción fuera de su empleo principal y en ocasiones, lo hacían como autónomos.
La reforma laboral y la figura de los contratos fijos
La reforma laboral pactada por la patronal, los sindicatos y el Ministerio de Trabajo a lo largo de 2021 estableció los contratos fijos como la figura predominante al eliminar los contratos por obra y servicio, que hasta ese momento eran los más empleados en actividades como la hostelería, los servicios turísticos, la sanidad o incluso la educación.
Estos profesionales que acostumbraban a acumular contratos de corta duración pasaron a ser fijos ordinarios en los casos en los que prestasen sus servicios a lo largo de todo el año o fijos discontinuos, para atender a distintas necesidades de producción o picos de demanda de sus servicios.
La firma de este segundo modelo de contratos se disparó en el primer año en el que la norma estuvo en vigor y se estabilizó después, aunque se han registrado aumentos en los meses más marcados por la estacionalidad, como junio por el inicio del verano.
La búsqueda de una segunda vía de ingresos
Estos trabajadores tienen derecho a cobrar la prestación por desempleo en los periodos de inactividad, pero como el resto de trabajadores, para ello deben de haber generado el derecho a percibirla, lo que a su vez está condicionado por el número de días que hayan trabajado.
En su defecto, pueden acceder al recién reformado subsidio por desempleo. Aunque con independencia del tipo de contrato, este sector también destaca por tener una parcialidad más elevada que otras actividades económicas tal y como refleja la misma fuente estadística.
En el caso de la hostelería, un 24% de los empleados tienen un contrato parcial, un 14% en comercio y un 17,4% en la educación.
La situación laboral en el sector servicios
El número medio de horas trabajadas a la semana en actividades como la hostelería es inferior a la de muchos otros sectores como la agricultura, pero también de oficios enmarcados dentro de los servicios como es el transporte.
Y esta diferencia se da tanto en el empleo principal como en el secundario, con 36 horas de media en el primer puesto de trabajo y casi 11 de media en el empleo complementario; algo que se hace notar en los salarios que con frecuencia están ligados al SMI.
Esta distancia se agranda en el caso de la educación, donde se realizan 32 horas y 9 horas de media, de acuerdo con los datos correspondientes al segundo trimestre del año.
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