Descubre el tesoro costero marroquí que sorprende con playas azules y casas blancas
Marruecos es un destino mágico que atrapa al viajero con sus colores, zocos y medinas. Y aunque Marrakech es el lugar más visitado del país, también hay otras magníficas zonas que merece la pena descubrir. Una de ellas es Asilah, una pequeña ciudad que ha fascinado a numerosos artistas que la han convertido en su refugio y fuente de inspiración.
Con sus casas blancas de paredes recién pintadas y su aspecto bohemio, por momentos creerás encontrarte en una isla griega o incluso en un pueblito del sur de España. Además, Asilah es una ciudad que puedes usar de base para hacer excursiones a otros destinos próximos como Tánger, Tetuán o Chefchaouen.
Un museo al aire libre
Al igual que otras ciudades de Marruecos, Asilah también cuenta con su propia medina, que está flanqueada por murallas construidas en el siglo XV por los portugueses. Y si ya has visitado otras medinas del país, te darás cuenta que la de Asilah es bastante diferente, sobre todo por su aspecto tranquilo y su buen estado de conservación.
Bab el Bhar (puerta del Mar) y Bab el Homar (Puerta de la Tierra) son los principales accesos a la medina. Esta última conduce a la zona donde se encuentra el mercado y numerosos restaurantes. Recorriendo sus pintorescas calles de trazado laberíntico descubrirás que esta bohemia localidad vive aislada de todo.
Los principales puntos de interés en Asilah
Paseando por la ciudad, llegarás a la calle Al-Kasbah, donde se encuentra la Mezquita de Kebir, que llama la atención por su alto minarete octogonal. Otro lugar de interés en el casco antiguo es la plaza de Sidi Ali Ben Hamdush, donde verás una pequeña mezquita que durante la época portuguesa fue utilizada como templo católico.
Y seguro que no te pasa desapercibida la Torre de Menagem, monumento que fue construido por los portugueses y que se ha convertido en el símbolo de Asilah.
El Palacio Raïssouni
El Palacio se ubica junto a la muralla fortificada y con vistas a la costa. Durante la visita a Asilah también podrás sumergirte en la belleza y opulencia de los palacios marroquíes.
Esta obra maestra de la arquitectura morisca fue construida en 1909 por Moulay Ahmed Raïssouni, un polémica jefe tribal de la zona, que según cuenta la leyenda, solo pasó una noche en este palacio. Merece la pena recorrer cada rincón de este lugar de leyenda admirando sus deslumbrantes mosaicos y majestuosos arcos, ejemplos de una artesanía tradicional enriquecida con influencias andalusíes.
Las mejores playas de Asilah
Además de ambiente exótico y mucho arte, Asilah cuenta también con magníficas playas, muchas de ellas casi vírgenes y de arena dorada. Una de las más bellas es la Playa de las Palomas. También a unos cinco minutos en coche desde Asilah está Playa Briech, un arenal inmenso, con arena fina y unas estupendas vistas a las colinas.
Yendo hacia el sur te encontrarás con una costa que tiene un relieve más acentuado, con acantilados y calas. En esta zona es donde se encuentra la Playa de las Cuevas. Es muy amplia y tiene puestos donde disfrutar de la típica comida marroquí. E incluso cuando la marea baja se puede acceder a las grutas.
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