Tensiones en el PP: el rechazo al cupo catalán desata una carrera contra reloj para que los barones recurran la amnistía

Tensiones en el PP: el rechazo al cupo catalán desata una carrera contra reloj para que los barones recurran la amnistía

La decisión del Partido Popular de rechazar el cupó catalán ha generado un clima de tensión dentro de la formación política. La medida ha desencadenado una carrera contra reloj para que los barones del partido recurran la amnistía, lo que ha llevado a una serie de movimientos y maniobras políticas para intentar revertir la situación. La discordia interna ha alcanzado niveles críticos, y se especula con la posible división del partido en caso de no encontrar una solución que satisfaga a todas las partes involucradas.

Cupo catalán desata una carrera contra reloj para que los barones del PP recuren la amnistía

Alberto Núñez Feijóo participa en la Cumbre de Presidentes del PP.

No han pasado ni cinco días desde que los barones de Alberto Núñez Feijóo sellaran su foto de la unidad cuando se pondrán a desfilar hasta el Tribunal Constitucional para recurrir la ley de amnistía. Los trece presidentes autonómicos del PP y el vicepresidente de Canarias habrán apurado los plazos de un recurso que llevan meses preparando, no obstante, lo entregarán en el momento interno más dulce, tras pactar la paz y la unidad frente al anzuelo que le ofrecía el Gobierno para dividirles en torno a la financiación autonómica.

Una vez zanjado el fondo de la polémica que había suscitado el PSOE sobre las posibles diferencias entre los populares sobre la quita de la deuda, los barones cogen más fuerza para ir todos a una ante el Constitucional. Las circunstancias pueden darte o no fuerza. En este caso nos la ha dado, celebra un barón territorial.

Sea juntos o por separado, el caso es que todas las comunidades gobernadas por el PP ya han anunciado su disposición de ir en contra de la ley que beneficiará, entre otros, al prófugo Carles Puigdemont. De este modo, la foto se repetirá a lo largo de esta semana en la que expira el plazo de tres meses para recurrir la ley y, con ello, el PP augura un mayor refuerzo de su imagen de partido que se ha comprometido de forma unánime y por escrito a no caer en la trampa de Sánchez de negociar de forma bilateral una quita de la deuda.

Tensiones en el PP: Núñez Feijóo apura el plazo para recurrir la ley de amnistía

Todo ello, mientras que ya van saliendo voces críticas de las filas socialistas en contra del cupo catalán y a favor del espíritu del documento firmado el pasado viernes por los barones populares que, por el momento, no se plantean invitar a otros presidentes socialistas a firmar sus reivindicaciones.

El PSOE comenzó el pasado mes de noviembre con su táctica de conquistar a los barones populares con la quita de la deuda desde que se la prometiera a ERC perdonar 15.000 millones de euros a Cataluña a cambio de apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Entonces, el Gobierno alegó que era una ayuda fiscal a la que podrían sumarse el resto de comunidades autónomas. Las 13 gobernadas por el PP lo rechazaron de plano, ya que desde entonces veían la quita de la deuda como una trampa del PSOE para dar cesiones al independentismo catalán que, además, no ayudaba al sistema de financiación autonómica.

Así exigieron la convocatoria urgente de la Conferencia de Presidentes. Pero Sánchez sigue sin convocarla, pese a que debía haberlo hecho en el plazo máximo de 20 días. La quita de la deuda volvió a la actualidad, cuando el PSC pactó con ERC un cupo catalán, esta vez, a cambio de investir presidente a Salvador Illa. Como en la ocasión anterior, el Gobierno trató de rebajar el acuerdo recordando que el resto de comunidades pueden pedir este beneficio.

La unidad del PP se fortalece: los barones se unen para recurrir la amnistía y rechazar el cupo catalán

Lo que ninguno podíamos pensar es que algún presidente autonómico dijera que no quieren que le perdonen la deuda. Es como si le digo a Europa que no quiero que me la perdonen. ¡pues claro que sí, cuanto menor endeudamiento, mayor capacidad de salir al mercado y más barato los intereses que uno tiene con respecto a los préstamos que pide, sostuvo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su comparecencia en el Senado en la que dejó dudas sin despejar sobre el concierto económico pactado con los independentistas.

Claro que vamos a hacer lo posible para que la condonación de la deuda se aplique a todos los territorios. Y espero que el PP recapacite porque sería absurdo no aprovechar esta oportunidad. Con ello, la ministra trató de presionar a los barones populares mientras que Alberto Núñez Feijóo trata de zanjar las dudas sobre las posibles conflictos de intereses entre sus comunidades.

Por su parte, el presidente del Gobierno, anunció que llamaría uno a uno a los presidentes autonómicos a Moncloa para abordar diversos asuntos. Feijóo avisó que el PP no caerá en el choque interno al que el Gobierno les quieren llevar a través de una bilateralidad tramposa.

Y así fue como comenzó el debate interno que buscaba el PSOE: Génova dio libertad a sus barones para aceptar la cita con el presidente, varios presidentes fueron aceptando la invitación hasta que la madrileña Isabel Díaz Ayuso hizo un llamamiento a sus homólogos para no caer en dicha trampa. La madrileña apostaba por rechazar ir a Moncloa, fuera para negociar tema que fuera, hasta que Sánchez convocara la Conferencia de Presidentes o el Consejo de Política Fiscal y Financiera; otros barones, en cambio, defendían que podían acudir a Moncloa para hablar de los asuntos de sus comunidades negándose a hablar de la financiación antes de que el presidente convoque el órgano.

Tras este rifirrafe, finalmente los barones exhibieron unidad este viernes, firmando un documento en el que se conceden la libertad de escoger si ir o no a Moncloa siempre que no se hable en esa cita sobre financiación autonómica. Feijóo logró así la imagen de unidad de partido, días antes de que la amnistía volviera al debate. Con ello, el cierre de filas del PP por el cupo catalán impulsa a los barones en la última semana para recurrir la amnistía.