Las bibliotecas, laboratorios y baños de los institutos de Madrid se convierten en aulas para evitar la superpoblación y reducir las ratios en el aula

Las bibliotecas, laboratorios y baños de los institutos de Madrid se convierten en aulas para evitar la superpoblación y reducir las ratios en el aula

En un intento por reducir las ratios en el aula y evitar la superpoblación en los centros educativos, los institutos de Madrid están llevando a cabo una innovadora estrategia. Las bibliotecas, laboratorios y, sorprendentemente, incluso los baños de los institutos se están convirtiendo en aulas alternativas. Esta medida busca mejorar la calidad de la educación y ofrecer un entorno más cómodo y seguro para los estudiantes. A continuación, se analizarán los detalles de esta iniciativa y sus posibles implicaciones en el sistema educativo madrileño.

Madrid reformula aulas: bibliotecas, laboratorios y baños se convierten en salones de clase para reducir ratios

La Comunidad de Madrid inicia el curso escolar con una novedosa medida para reducir las ratios de alumnos por aula. La Consejería de Educación, Ciencia y Universidades ha rehabilitado espacios infrautilizados en las escuelas e institutos, como bibliotecas, salones de actos, laboratorios e incluso baños, para convertirlos en salones de clase.

Este año, la reducción de la ratio afectará al segundo curso del segundo ciclo de Infantil, reduciendo el número de alumnos de 25 a 20, y también en segundo de Secundaria, pasando de 30 estudiantes a 25 por aula. La presidenta de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad), Rosa Rocha, destaca que este año parece que se ha mantenido el compromiso de bajar las ratios.

Rehabilitación de espacios infrautilizados

La principal dificultad para reducir el número de alumnos por clase es el espacio. Por ello, desde septiembre se han realizado obras de rehabilitación para acondicionar los centros y aprovechar las zonas infrautilizadas. La presidenta de Adimad detalla que en estos meses se ha trabajado para aprovechar los salones de actos, laboratorios, bibliotecas, e incluso los baños y las antiguas casas de los conserjes, adaptando estas zonas para poder dar clase.

Todas las áreas son ya versátiles, incluso tenemos hasta módulos móviles para adaptar los espacios, explica Rocha. La medida fue uno de los compromisos de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en la última campaña electoral.

Crea de nuevos grupos y profesores

Desde 2022, la Comunidad de Madrid ha creado 959 aulas y ha contratado a unos 1.034 profesores para hacer frente a esta medida, según los datos facilitados por la Consejería. En relación con el año 2024-2025, se han contratado 639 docentes, 166 en Infantil y 473 en Secundaria.

Estamos cumpliendo con el encargo específico de la presidenta de duplicar la velocidad de implantar la bajada de ratios. Lo hacemos de forma simultánea en infantil y la ESO. Esto implica una mejora en la calidad educativa y una atención más personalizada, expresó el consejero de Educación, Emilio Viciana.

Criticas y desafíos

Sin embargo, desde Comisiones Obreras (CC OO) indican que en la mitad de los centros de la región no se ha podido aplicar esta rebaja de ratios. Más del 20 % de los centros de Secundaria no solo no baja la ratio, sino que se supera claramente con 27 o más alumnos y alumnas, detalla la secretaria general de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín.

Además, desde Adimad apuntan que en otros niveles educativos como Bachillerato, los grupos superan el umbral de los 30 estudiantes por clase. No es algo nuevo, todos los años sucede lo mismo, pero hay aulas con 35 y 38 alumnos. Una de nuestras reclamaciones durante este año irá dirigida a disminuir este volumen.

A pesar de estos desafíos, la presidenta de Adimad considera que este año lectivo se haya cumplido con este compromiso es una buena noticia. No ha sido necesario derivar a los alumnos de secundaria a la educación concertada, como ha ocurrido en otras ocasiones. Esperemos que se pueda mantener en el tiempo. Lo importante es poder atender a los niños y niñas en la educación pública que hayan solicitado plaza.