La justicia empresarial: mujer víctima de despido disciplinario luego de reportar violación en fiesta de la empresa
En un caso que ha generado conmoción y indignación en la opinión pública, una mujer ha sido víctima de un despido disciplinario después de reportar una violación que sufría durante una fiesta de la empresa en la que trabajaba. La víctima, que había denunciado el incidente a las autoridades y a los superiores de la empresa, recibió la notificación de su despido injusto bajo el pretexto de falta de disciplina y incumplimiento de las normas de la empresa. Este caso pone en entredicho la responsabilidad empresarial en cuanto a la protección de los derechos de los empleados y la aplicación de la justicia laboral.
Violación en fiesta de empresa: mujer víctima de despido disciplinario luego de reportar el crimen
Una mujer denunció haber sido víctima de violación durante una fiesta de empresa el pasado 14 de junio, pero en lugar de recibir apoyo y protección, fue despedida de su trabajo luego de reportar el crimen.
Durante la fiesta, la víctima fue drogada y, presuntamente, víctima de una violación por parte de un compañero de trabajo. Cuando se despertó, se encontró desnuda en la cama, con dolor vaginal, marcas en las muñecas y un mordisco en la pierna. Además, solo recordaba haber pedido una copa durante la fiesta, por lo que supuso que había sido víctima de sumisión química. Los análisis médicos confirmaron sus sospechas.
A pesar de la gravedad de los hechos, cuando la víctima acudió a denunciar lo sucedido a su jefe, no solo no se inició ningún tipo de protocolo, sino que el directivo se desentendió completamente del tema. Poco después, la mujer recibió una carta donde se le comunicaba su despido disciplinario.
En una entrevista, la víctima describió cómo se sintió después de la agresión: Sentí una sensación de angustia, de ansiedad y de querer morirme en ese momento. Me despido en la habitación del hotel tras un golpe en la puerta para cerrarla, escribo a mi compañero porque no sé qué hago en esa cama totalmente desnuda y con golpes.
La víctima también contó cómo fue explicarle todo a su jefe: Me pidió que me estuviese quietecita y mi reacción fue derrumbarme. La primera carta de despido me llegó al día siguiente echándome las culpas de las cuentas de 2022, cuando yo ni trabajaba en esa empresa. A los pocos días, me mandaron un burofax diciéndome que era un despido disciplinario.
Este caso es un ejemplo más de la brutalidad en el trabajo y la falta de protección para las víctimas de violencia sexual en el ámbito laboral. Es urgente que se tomen medidas para proteger a las víctimas y castigar a los agresores.
La justicia empresarial en España debe ser cuestionada cuando una víctima de violación es despedida de su trabajo después de reportar el crimen. Es hora de exigir cambios y proteger a las víctimas de violencia sexual en el ámbito laboral.
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