Lagarde reduce los tipos de interés en 0,25% y reafirma la vigilancia para evaluar posibles ajustes adicionales en 2023
En un movimiento esperado por los mercados, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, anunció una nueva reducción de los tipos de interés en 0,25%, con el fin de impulsar el crecimiento económico en la zona euro. Esta decisión se enmarca en el contexto de una economía que sigue mostrando signos de debilidad, especialmente en cuanto a la inflación, que se mantiene por debajo del objetivo del 2% establecido por el BCE. Al mismo tiempo, Lagarde reafirmó la vigilancia del banco central para evaluar posibles ajustes adicionales en 2023, lo que sugiere que no se descarta una nueva reducción de tasas en el futuro.
BCE reduce tipos de interés y ajusta estrategia para controlar la inflación
En la última reunión de política monetaria, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos, lo que supone el segundo recorte en lo que va de año. Esta decisión se toma en un contexto de reducción de la inflación y fortaleza en la transmisión de política monetaria.
Según el BCE, resulta ahora apropiado dar un paso más en la moderación del grado de la política monetaria. Esta institución cuenta con tres tipos de referencia en política monetaria: la tasa de refinanciación, la tasa de depósito y la tasa de crédito, que quedan establecidos en el 3,5%, 3,65% y 3,9%, respectivamente.
Cambio en la referencia de tipos de interés
A partir de ahora, el BCE utilizará el interés de los depósitos como referencia para informar sobre los tipos en la eurozona, en lugar de la tasa de refinanciación. Antes de esta decisión, los tipos de interés se encontraban en el 4,25%, 4,5% y 3,75%, respectivamente.
Contexto económico
Esta segunda rebaja dentro de este ciclo tiene lugar tras la relajación de la inflación hasta el 2,2% en agosto, cerca del objetivo del 2% estipulado por los bancos centrales. Además, se observan señales de freno económico en la zona de la moneda única.
La decisión del BCE busca controlar la inflación y mantener la economía en una senda de crecimiento sostenible. El organismo seguirá evaluando las condiciones económicas y ajustará su política monetaria según sea necesario.
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