La incertidumbre sobre la regulación de la energía eólica marina mantiene al sector en un estado de alerta, ya que la salida de inversores y la parali

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La incertidumbre sobre la regulación de la energía eólica marina mantiene al sector en un estado de alerta, ya que la salida de inversores y la paralización de proyectos están en peligro de producirse si no se toman medidas urgentes.

La incertidumbre que rodea la regulación de la energía eólica marina ha generado un clima de inseguridad en el sector, ya que la falta de claridad en cuanto a las normas y políticas para su desarrollo está poniendo en riesgo la viabilidad de proyectos y la confianza de los inversores. Si no se toman medidas urgentes para clarificar y estabilizar el marco regulatorio, el sector corre el riesgo de paralizarse, lo que tendría graves consecuencias para la transición energética y el medio ambiente.

La incertidumbre sobre la regulación de la energía eólica marina mantiene al sector en estado de alerta

El sector de la energía eólica espera con ansias la luz verde del Gobierno para empezar a generar electricidad en aguas marinas, pero la demora en la regulación está convirtiendo en un obstáculo para la inversión.

El año 2024 fue llamado a ser el año definitivo para el arranque de esta actividad, que avanza en países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Dinamarca, pero que aquí sigue a la espera de unas normas que no terminan de aprobarse. Debido a esta demora, ya ha habido multinacionales que han cambiado sus planes de invertir en eólica marina en España y se han movido a otros países.

La espera por la regulación de la eólica marina en España se convierte en un obstáculo para la inversión

La espera por la regulación de la eólica marina en España se convierte en un obstáculo para la inversión

En febrero del año pasado, el Ministerio de Transición Ecológica aprobó los nuevos planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) que incluían las previsiones de repartir la instalación de aerogeneradores flotantes en una superficie total de 5.000 kilómetros cuadrados situados a lo largo de los 10.000 kilómetros de costa.

Convivirán con otras actividades, como la pesca, y se ubicarán en 19 zonas, sobre todo en Galicia, Canarias, pero también Andalucía, Baleares y Cataluña, para generar hasta 3.000 megavatios/hora de electricidad en 2030.

La eólica marina en España: un sector que espera con ansias la luz verde del Gobierno

Después de años fraguándose estos planes para la iniciación española en la eólica marina, debe seguirle una regulación, un decreto ley y órdenes ministeriales específicas, para determinar, por ejemplo, dónde y de qué manera se deben hacer las subastas, si se empezará por Canarias, la comunidad más entusiasta, o si se habrá en varias a la vez, también Galicia, donde más se prevé aprovechar el viento para producir electricidad.

Sin embargo, nada de esto está aprobado todavía y el sector duda de que si el Gobierno lo aprueba el primer decreto este mes de septiembre será muy difícil realizar subastas el año que viene, que antes deberán superar además la negociación con cada uno de los territorios frente a cuyas costas se vayan a instalar los aerogeneradores marinos.

La regulación de la eólica marina en España: un desafío para el sector y la economía

La pesca pide doblar beneficios sociales y los promotores, eliminar el diálogo extra con el entorno en la primera ley de eólica marina.

De momento, todo sigue en stand by en el Ministerio para la Transición Ecológica, que políticamente lleva meses bajo mínimos, a la espera del relevo que debe producirse cuando Teresa Ribera deje el Gobierno y se convierta en comisaria europea.

Sin embargo, a nivel técnico los trabajos han terminado. Creemos que es inminente debería estar este mes de septiembre porque no le falta ya ningún ajuste técnico. Lo que nos dicen es que el documento está ya cerrado, explican fuentes del sector eólico, que ya solo esperan una decisión de la comisión delegada de asuntos económicos del Gobierno y que los secretarios de Estado y subsecretarios terminen de agendarlo para el Consejo de Ministros.

La consecuencia de que el Gobierno no termine de aprobar la regulación de eólica marina es un sector cada vez más impaciente, promotores que, en el caso de las multinacionales, empiezan a dejar España por otros países con más certidumbres en este sector y compañías eléctricas a la espera mientras invierten en otros países.

Necesitamos este decreto como agua de mayo, dicen en el sector eólico, donde el mes pasado la compañía noruega Equinor anunció su decisión de abandonar España y la alianza que tenía con Naturgy para explorar oportunidades de eólica marina como un parque de 216 MW en las costas de Canarias.

La falta de regulación tiene también consecuencias en la industria. Se espera un boom por la eólica marina en un sector en el que los desarrollos y la construcción se realizan cerca de donde van a instalarse después, y también permanece a la espera, y con ello miles de empleos, creación de industrias e incluso procesos de reconversión de astilleros gallegos y gaditanos.

La Asociación Eólica Española (AEE) estima que entre 2025 y 2050 la eólica marina tendrá un impacto en el PIB de casi 50.000 millones, de los que más de 40.000 serían contribución directa de los agentes que desarrollan actividad en el sector, donde hay apetito de cientos de empresas de servicios, con experiencia en fabricación, de equipos y materiales y de Ingeniería, que se prevé que requerirán también una gran cantidad de mano de obra, desde soldadores y pintores hasta jefes de obra o expertos medioambientales.

Navantia, empresa pública hasta ahora referente en el diseño y la construcción de buques militares y civiles de alta tecnología, ya hace preparativos para orientarse también a la construcción de aerogeneradores flotantes, a través de Navantia Seanergies, su filial para las energías verdes.

Para ello, tiene previsto invertir 50 millones hasta 2030 para adaptar instalaciones en los astilleros de Fene (A Coruña) y Puerto Real (Bahía de Cádiz). En el caso del astillero gallego, las expectativas sobre la eólica marina ha mantenido una media de 500 empleos locales al mes, con picos de hasta 1.000, que podrían aumentar cuando sea una realidad.

Patricia Martínez

Hola, soy Patricia, autora en El Noticiero. Me apasiona compartir las noticias más relevantes de actualidad, tanto a nivel nacional como internacional. Mi compromiso con la objetividad y la rigurosidad en la información es mi principal prioridad. ¡Te invito a descubrir las últimas novedades junto a mí en este periódico independiente!

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