En el corazón del País Vasco francés, se esconde un paraíso natural que está revolucionando el mundo del surf y atrae a amantes de la naturaleza de todo el mundo. La 'Costa de los Sueños', un nombre que evoca fantasías de olas perfectas y paisajes idílicos, se ha convertido en un refugio del surf rodeado de bosques y playas espectaculares. Esta región, desconocida hasta hace poco tiempo, ofrece un oasis de surf y naturaleza que rivaliza con los destinos más populares del mundo. ¿Qué hace que esta costa sea tan especial? ¿Cuáles son los secretos que esconde? En las siguientes líneas, descubriremos los encantos de esta 'Costa del Sol' vasca.
La 'Costa de los Sueños' vasca: un refugio del surf rodeado de bosques y playas espectaculares
El País Vasco francés es una de las regiones más visitadas de toda Francia, y es que su cercanía a la frontera con España hace que miles de turistas crucen los Pirineos cada día para visitar enclaves naturales de una belleza inconmensurable y localidades tan llenas de encanto como Bayona o Biarritz. Precisamente junto a ellas dos se encuentra una de las grandes joyas de Nueva Aquitania: se trata de Anglet.
La cuna del surf francés
Esta localidad es conocida en toda Francia por ser una de las cunas del surf de todo el país, y es que en las numerosas playas que hay cerca de Anglet las imponentes olas del Atlántico hacen las delicias de los amantes de este deporte. Además, está rodeada de parajes únicos perfectos para adentrarte en ellos y recorrerlos de punta a punta.
Playas impresionantes
En Anglet hay hasta once playas impresionantes (que suman 4,5 kilómetros de longitud) donde podrás tanto relajarte como surcar olas. Quizás la más conocida sea la de La Petite Chambre D' Amour ('la pequeña habitación del amor'), situada justo al lado del acantilado del Cabo Saint-Martin y que cuenta con un precioso faro erigido en 1832. Muy cerca de ella se encuentra la playa del Club, protegida por dos espigones, y la de Sables d'Or, el arenal urbano por excelencia de la localidad.
Pero también hay otras playas que merecen una mención especial, como la de Marinella, la de la Madrague, junto a su hermana pequeña Petite Madrague, y la de Corsaires, que son las más frecuentadas, sobre todo por su arena fina y dorada. Otras, como la de las Dunes o la de la Barre, no tienen tanta afluencia, pero son igual de espectaculares, mientras que la del Océan y la de Cavaliers son perfectas para practicar deportes, y es que Anglet es uno de los mejores lugares de toda Francia para hacer surf.
Paseos a orillas del mar y senderos repletos de vegetación
Anglet también es una ciudad perfecta para quienes adoran pasear a orillas del mar, ya que a lo largo de sus playas encontrarás un paseo marítimo. Pero si lo que prefieres es recorrer senderos repletos de vegetación, la mejor opción es adentrarse en el frondoso bosque de dunas de la Pignada, con más de 220 hectáreas repletas de pinos, alcornoques y otras especies arbóreas.
Centros termales y relajación
Además, si ya deseas relajarte todavía más, puedes acudir a alguno de los numerosos centros termales que hay repartidos por Anglet. Esta localidad de Nueva Aquitania a menudo queda eclipsada por sus vecinas Biarritz y Bayona, pero lo cierto es que es una más de las joyas que se pueden visitar muy cerca de la frontera entre España y Francia.
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