En un momento crítico para la economía global, se anuncia un plan de rescate sin precedentes, inspirado en el legado del Plan Marshall, que ayudó a Europa a reconstruirse tras la devastadora II Guerra Mundial. El nuevo plan, conocido como el Plan Draghi, busca evitar el drama económico que acecha a la Unión Europea, mediante una inversión sin precedentes que supera en más del doble la cantidad invertida en la posguerra. Este ambicioso proyecto busca dar un choque a la economía, mediante la inyección de fondos para impulsar el crecimiento y la creación de empleo, y así evitar una posible recesión.
La UE se enfoca en un 'choque' económico: invertir millones para competir con EE UU y China
Cada cierto tiempo, Europa retrocede a los momentos más relevantes de su historia. Ahora, la Unión Europea ha pasado del Plan Marshall al Plan Draghi; el primero es una referencia para el segundo, en tiempos de alta exigencia para el bloque comunitario.
El plan Draghi: una receta para impulsar la inversión y evitar el drama económico en Europa
El expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha presentado un plan para impulsar la inversión y evitar el drama económico en Europa. El plan se basa en la idea de que la UE debe invertir 800.000 millones de euros anuales para ser competitiva, más del doble de lo que se invirtió tras la Segunda Guerra Mundial.
Draghi desarrolla que es crucial ahondar en la coordinación de la regulación y eliminar las barreras administrativas; además, se debe alinear las políticas industrial, de competencia y comercial, para culminar la Unión de los Mercados de Capitales y atender necesidades de inversión inéditas en medio siglo.
La Unión Europea necesita 'cambios radicales' para competir en el escenario global, según Mario Draghi
El análisis final entiende que para ese impulso será necesaria la inversión privada, pero esta no puede ser el pilar fuerte del todo, sino que la apuesta debe sustentarse en la inversión pública y, sobre todo, en empuje conjunto en diferentes sectores como la industria o la Defensa.
Draghi avisa que el ritmo de toma de decisiones de la UE tiene que ser mucho más ágil para evitar seguir en una lenta agonía. Debemos abandonar la ilusión de que solamente la dilación puede preservar el consenso. En realidad, la dilación solo ha producido un crecimiento más lento y ciertamente no ha generado más consenso, sostuvo en un mensaje nítido para los 27.
El informe Draghi es un aviso a navegantes. La UE tiene que afrontar cambios radicales porque si no lo hace, corre el riesgo de perder su razón de ser en un escenario feroz, cada vez más competitivo frente a Estados Unidos y China.
La letra pequeña del informe no dice casi nada nuevo, pero sí es un aviso sobre lo que se juega la UE: la Unión tiene un problema de competitividad, de 'fuga de talento' y de inversión. Las nuevas tecnologías, por ejemplo, necesitan un impulso importante, igual que el proceso de descarbonización, a la vez que se invierte en energías limpias.
La UE, además, es poco productiva porque va atrasada desde el punto de vista industrial e incluso militar. Lo 'europeo' tiene que ser prioritario. Es decir, la Unión tiene que corregirse a sí misma antes de querer ser grande frente a los demás.
La UE tiene negro sobre blanco lo que tiene que hacer en el futuro cercano, y abajo del todo aparece la firma de un Mario Draghi del que (casi) todo el mundo se fía. Ursula von der Leyen está terminando de perfilar su nueva Comisión Europea, que tendrá que seguir, en la medida de lo posible, las indicaciones del informe.
Ya nadie podrá decir que no había un plan para el futuro de la Unión Europea. Draghi es casi un Dios en Bruselas. pero los problemas del bloque necesitarán algo más que rezos para solucionarse.
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