El contrato de reserva de una vivienda: ¿Qué es y cómo funciona?

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El contrato de reserva de una vivienda: ¿Qué es y cómo funciona?

En el proceso de compra de una vivienda, existen varios pasos que se deben seguir para asegurar la propiedad soñada. Uno de los más importantes es el contrato de reserva, un documento que puede generar dudas y confusiones entre los compradores. ¿Qué es exactamente el contrato de reserva de una vivienda? Se trata de un acuerdo entre el comprador y el vendedor que garantiza la reserva de la propiedad a cambio de una cantidad de dinero. Pero, ¿cómo funciona realmente? En este artículo, te explicaremos los detalles clave del contrato de reserva, sus ventajas y desventajas, y qué debes considerar antes de firmar.

¿Qué es el contrato de reserva de vivienda? Descubre sus ventajas y cómo funciona

En España, cuando se está convencido de la compra de un inmueble en propiedad, es posible bloquear la venta de dos maneras distintas, pero que al mismo tiempo tienen muchas similitudes. Hablamos del contrato de reserva de una vivienda, que es un acuerdo preliminar en el cual se establecen las bases por las cuales se regirá la futura compraventa de la misma.

Garantía de compra y compromiso de venta

Garantía de compra y compromiso de venta

Este contrato es una herramienta jurídica que permite a una persona interesada en adquirir un inmueble, comprarlo, evitando que el vendedor pueda ofrecer esa vivienda a otras personas interesadas. De esta manera, se trata de una garantía de compra para el interesado, que así disfrutará de un derecho exclusivo para la adquisición de la propiedad.

Al mismo tiempo, muestra un compromiso de venta, que supone la obligación del vendedor a mantener la oferta y no vender la misma propiedad a terceros; y un compromiso de compra por parte del interesado, que tendrá que abonar un anticipo o señal, que es una cantidad de dinero que se entrega como parte del precio total, siendo esta descontada del precio de compraventa final.

Ventajas del contrato de reserva de vivienda

El contrato de reserva de un inmueble es especialmente útil en aquellos casos en los que la vivienda que se desea comprar se encuentra en construcción o cerca de su finalización. Cuando se firma, el vendedor se comprometerá a continuar con la obra siguiendo las especificaciones técnicas que se hayan acordado, y el comprador podrá tener la seguridad de que el inmueble no se podrá vender a otra persona durante ese período.

En este tipo de casos habrá que especificar las condiciones técnicas, con las características de la construcción y los estándares de calidad, además de establecer plazos de finalización de la obra y entrega de la vivienda, y las correspondientes penalizaciones en caso de incumplimiento.

Ventajas para el comprador y el vendedor

El contrato de reserva de vivienda lleva asociadas distintas ventajas tanto para el comprador como para el vendedor. Para el primero, puede tener una mayor confianza al asegurar la compra de la vivienda sin temor a otros posibles compradores, además de poder establecer con claridad las condiciones de la operación de una forma anticipada, lo que siempre aporta tranquilidad.

Por su parte, para el vendedor supone un compromiso de compra, el cual garantiza que el comprador se encuentra muy interesado en su adquisición y se compromete a la misma. Además, disfruta de un anticipo en concepto de señal, un adelanto que se puede usar, según el caso, para continuar con la construcción si la obra no se ha finalizado, o simplemente como una garantía de que se va a producir la venta.

Diferencias entre el contrato de reserva y el contrato de arras

Una vez conocidas las características del contrato de reserva de una vivienda, es habitual que pueda haber dudas con respecto a sus diferencias con un contrato de arras. Aunque ambos contratos sirven para asegurar la compraventa de una vivienda, existen algunas diferencias importantes entre ellas que conviene conocer.

Para empezar, el contrato de reserva es irrevocable, por lo que, por norma general, no se puede rescindir, a excepción de la existencia de una cláusula específica que así lo estipule, además de que no está regulado, pues no aparece contemplado en el Código Civil, lo que hace que su forma y condiciones sean más flexibles.

Por su parte, el contrato de arras es rescindible, pues permite que cualquiera de las dos partes pueda desistir del acuerdo, aunque ello implique tener que afrontar unas penalizaciones económicas; y está regulado, estando recogido en el Código Civil y aporta una mayor seguridad jurídica.

Sara Ortega

Soy Sara, redactora de la página web El Noticiero. En este periódico independiente de actualidad nacional e internacional, me dedico a investigar y redactar las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el periodismo me impulsa a ofrecer a nuestros lectores información veraz y completa, manteniendo siempre la ética y el compromiso con la verdad. ¡Es un honor para mí formar parte de este equipo y contribuir a mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial y profesional!

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