En un informe reciente, se ha revelado que España se encuentra entre las naciones de la Unión Europea con más carencias materiales, lo que supone un duro golpe para la economía y la sociedad españolas. Según los datos, cuatro millones de personas luchan diariamente para cubrir gastos básicos cotidianos, como la alimentación, el alquiler o la energía. Esta situación es aún más preocupante si se tiene en cuenta que España es uno de los países más desarrollados de la Unión Europea. La pobreza y la exclusión social están alcanzando niveles alarmantes, y es necesario que se tomen medidas urgentes para paliar esta situación y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los recursos básicos para vivir con dignidad.
Carencias materiales afectan a 4,2 millones de españoles, un 9% de la población
Según los últimos datos difundidos por la oficina estadística europea, Eurostat, correspondientes a 2023, España es el quinto país de la Unión Europea con mayor población incapaz de costearse bienes y servicios esenciales. En concreto, 4,2 millones de personas se ven obligadas a privarse de bienes y actividades considerados básicos debido a su situación económica.
Esto supone que el 9% de la población española se encuentra en esta situación de pobreza, un dato que supera con creces la media de la UE, situada en el 6,8%, y es uno de los más altos del continente. Solo Rumanía, Bulgaria, Grecia y Hungría registraron peores tasas que España.
El indicador de Eurostat mide la pobreza a través de la incapacidad de las familias para costearse un conjunto de bienes, servicios o actividades que son considerados esenciales por la mayoría de las personas para tener una calidad de vida adecuada. En concreto, se contemplan la capacidad para afrontar gastos imprevistos y retrasos en las facturas, comer carne, pollo o pescado cada dos días, mantener la casa a una temperatura adecuada y tener conexión a internet.
También se observa la posibilidad de permitirse una semana de vacaciones al año, tener acceso a un coche, poder renovar la ropa y muebles desgastados, tener dos pares de zapatos y poder permitirse actividades de ocio como tomar algo con amigos una vez al mes. Se considera que una persona está en situación de carencias graves si no puede permitirse siete o más de estos elementos.
La situación empeoró en 2023 con respecto al año anterior. De hecho, en España se registró el tercer aumento más pronunciado de la población con carencias materiales y sociales de toda la Unión Europea. Al igual que en Hungría, el indicador creció en España 1,3 puntos porcentuales con respecto al 7,7% de 2022.
Niños y mujeres, en peores condiciones
La situación es incluso más alarmante si se pone el foco sobre los más jóvenes. Frente a la media general del 9%, los datos de Eurostat reflejan que el 13,4% de los menores de seis años y el 12,3% de los menores de dieciocho años en España se encuentran en esta situación de pobreza.
Asimismo, tanto en España como en el conjunto de la UE, las mujeres sufren más dificultades para costear los bienes y servicios básicos contemplados por el indicador. Según los datos de Eurostat, un 9,6% de la población femenina se encuentra en esta situación, frente a un 8,4% de los hombres.
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