Míchel absuelve a Gazzaniga por su error en el gol ante Girona: Ese error es mío, tiene toda nuestra confianza.
En una declaración sorprendente, el entrenador del Rayo Vallecano, Míchel, ha asumido la responsabilidad del error cometido por el portero Gazzaniga en el partido ante el Girona, que significó la derrota de su equipo. Con palabras de apoyo y confianza, Míchel ha absuelto a su guardameta de cualquier culpa, asegurando que ese error es mío y que Gazzaniga tiene toda nuestra confianza. Esta demostración de liderazgo del entrenador ha generado un gran impacto en el mundo del fútbol, y ha sido vista como un ejemplo a seguir en cuanto a la gestión de errores y la construcción de confianza en el equipo.
Míchel defiende a Gazzaniga: Ese error es mío, tiene toda nuestra confianza
El entrenador del Girona, Míchel, salió en defensa del guardameta Paulo Gazzaniga tras el error cometido en el minuto 90 que permitió la victoria del PSG en la Champions League.
Los errores forman parte del juego y Gazzaniga ha hecho tres paradas increíbles que no habían salvado, destacó Míchel en rueda de prensa. Los errores son perdonables, la falta de actitud no.
El técnico madrileño se mostró muy satisfecho con el juego del equipo, a pesar de la derrota. El gol duele, pero, a nivel de sensaciones, hemos dado buena imagen, aunque no hemos tenido muchas opciones de ganarlo de todas formas, explicó.
El encuentro fue muy emocionante, con el Girona haciendo un excelente papel en su debut en la Champions League. Sin embargo, el error de Gazzaniga en el último minuto arruinó la fiesta del equipo catalán.
Somos un club muy, muy humilde, con jugadores que llevan muchas cosas en la mochila positivas y negativas y era un día muy especial para ellos, anotó Míchel, refiriéndose a jugadores como el uruguayo Cristhian Stuani, quien debutó en Champions a los 38 años como capitán.
Míchel finalizó su declaración destacando la importancia de dejar atrás la derrota y mirar hacia adelante. A partir de las 12 de la noche hay que dejar de pensar en París, aunque siempre nos quedará París.
Deja una respuesta