- Los partidos soberanistas que apoyan al gobierno de Sánchez presionan a Junts para que no destruya la estabilidad política y no ponga en riesgo la legislatura
- Sociedades soberanistas apuran a Junts para no destruir la legislatura
- La jugarreta parlamentaria de Junts
- Los socios nacionalistas vascos del Gobierno
- El llamamiento del lehendakari Pradales
- La posición de EH Bildu
- La importancia de la senda de estabilidad
- La advertencia del lehendakari Pradales
Los partidos soberanistas que apoyan al gobierno de Sánchez presionan a Junts para que no destruya la estabilidad política y no ponga en riesgo la legislatura
En un contexto político cada vez más delicado, los partidos soberanistas que brindan su apoyo al gobierno de Pedro Sánchez están ejerciendo presión sobre Junts para que no comprometa la estabilidad política del país. La formación política catalana se encuentra en una encrucijada, ya que su decisión puede tener un impacto directo en la legislatura actual. Los partidos que respaldan al ejecutivo nacional están haciendo un llamado a la responsabilidad política, instando a Junts a no tomar medidas que puedan generar inestabilidad y poner en peligro el funcionamiento del gobierno.
Sociedades soberanistas apuran a Junts para no destruir la legislatura
Los socios soberanistas del Gobierno, en especial los vascos, se conjuran para intentar que la legislatura no se vaya al garete poco más de un año después de dar comienzo. Ante la inestabilidad provocada por el enfriamiento de la relación entre el Ejecutivo y Junts, en los últimos días tanto el PNV como EH Bildu han mostrado su disposición a seguir apoyando al Gobierno y han pedido a todo el resto del bloque que no arriesgue el futuro de la legislatura.
El mensaje tiene un destinatario claro: la formación liderada por Carles Puigdemont, quien sin embargo amenazó este jueves al Ejecutivo con infligirle una nueva derrota parlamentaria el próximo jueves, en la votación sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria.
La jugarreta parlamentaria de Junts
La jugarreta parlamentaria de Junts el pasado martes, cuando sin aviso previo cambió el sentido de su voto a última hora para derribar —junto a PP y Vox— una iniciativa para regular el alquiler temporal y por habitaciones, ha hecho sonar las alarmas no solo en el Gobierno, sino también entre sus socios parlamentarios.
Apenas un día después de estallar la crisis, ERC y Podemos se mostraron pesimistas sobre el futuro de la legislatura y exigieron al Ejecutivo que se pusiera las pilas ante el riesgo de que el mandato terminara siendo fallido e, incluso, de que Junts consolidara un bloque derechista con PP y Vox, un miedo que ERC ha manifestado públicamente.
Los socios nacionalistas vascos del Gobierno
No obstante, los socios nacionalistas vascos del Gobierno han tratado de no elevar el tono durante la semana a la espera de que se calmaran las aguas. El pasado miércoles, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, afirmó públicamente que cree que existe una voluntad de seguir apoyando al Gobierno y que continúe, entre otras cosas porque, hoy por hoy, no hay una mayoría absoluta alternativa en el Congreso.
Y, este viernes, el PNV fue incluso más explícito por boca nada menos que del lehendakari, Imanol Pradales, que tras su reunión en la Moncloa con el presidente Pedro Sánchez aseguró que su partido jugará a favor de la estabilidad de la legislatura.
El llamamiento del lehendakari Pradales
Fiel al particular estilo del PNV, Pradales aseguró que no era su intención meterse en casa ajena y evitó valorar expresamente el mal momento que pasa la relación entre Junts y el Gobierno. Pero el lehendakari no fue nada ambiguo en su llamamiento a intentar favorecer que el Ejecutivo tenga estabilidad política, porque, dijo, esa es la manera de avanzar.
Es más, Pradales sostuvo que veía a Sánchez determinado a presidir una legislatura larga y afirmó que podrá contar con el PNV para ello. El dirigente, eso sí, también puso como condición que ese mandato sirva para mejorar el autogobierno vasco.
La posición de EH Bildu
En una línea similar a la seguida por Pradales se expresó este viernes la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, que en una entrevista en Euskadi Irratia pidió expresamente voluntad a los partidos que apoyaron la investidura de Sánchez para que la legislatura siga adelante.
Es cierto que la legislatura está complicada y que en este año no se han hecho grandes cosas, excepto algunas relacionadas con los catalanes, analizó Aizpurua, que se mostró consciente de que el futuro también parece complicado y se enreda en cualquier momento.
Pero soy optimista y, sabiendo que está complicado, todos debemos tener voluntad de que la legislatura siga adelante: esa es nuestra responsabilidad y lo intentaremos, afirmó.
La importancia de la senda de estabilidad
Aizpurua, además, afirmó que no cree que la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 sea imprescindible para que la legislatura se mantenga en pie, pero sí afirmó que se trata de una buena oportunidad para poner en marcha medidas y confirmó la total voluntad de EH Bildu para negociar con el Gobierno.
Antes que los Presupuestos, no obstante, se debatirá y votará la senda de estabilidad en el Congreso, el paso previo para aprobar las cuentas. Un nuevo fracaso aprobando esta senda —Junts ya la derribó en julio— no imposibilitaría que siguiera adelante la tramitación de los Presupuestos, pero sí supondría otro duro golpe para el Gobierno.
Y los de Puigdemont no tienen intención, hoy por hoy, de facilitar la vida al Ejecutivo, y este viernes el mismo expresident confirmó que Junts volverá a votar que no a la senda de estabilidad si el Ejecutivo no la modifica, algo que no puede hacer sin volver a pasar por Consejo de Ministros.
La advertencia del lehendakari Pradales
Ante esa nueva amenaza, este viernes el lehendakari Pradales avisó de que, con la aprobación de la senda de estabilidad, las comunidades autónomas se juegan inversiones en el sistema sanitario, en infraestructuras, en educación, la mejora de las plazas MIR.
Muchos temas que afectan a los vascos y que requieren la clarificación del techo de vasco y de la senda de déficit, enumeró el dirigente.
Y, en la misma línea, la portavoz abertzale Aizpurua recordó que sacar adelante la votación del jueves tendría muchos beneficios para ayuntamientos y otras instituciones públicas, aunque se mostró realista y lamentó que lo más posible es que no se apruebe el techo de gasto por la negativa de Junts a apoyarlo.
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