En un ejercicio de autocrítica y reflexión, el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha revisado su legado social en España, analizando los logros y los errores cometidos durante su mandato. En una entrevista reciente, Zapatero ha mostrado una mirada crítica sobre su propia gestión, valorando positivamente algunos de los avances sociales más importantes de la última década, como la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo y la reforma laboral, pero también reconociendo los errores y fracasos que jalonaron su presidencia. Esta evaluación honesta de su propio legado social es un paso importante hacia la transparencia y accountability en la política española.
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reflexiona sobre su legado social en un libro titulado La democracia y sus derechos. La legislatura que cambió España, publicado con motivo del 20 aniversario de su llegada al Palacio de la Moncloa.
En este libro, coordinado por Zapatero y escrito por juristas como Francisco Caamaño, Juan Fernández López Aguilar, Marina Echebarría o Belén Barreiro, se aborda la lucha por la igualdad y la libertad que caracterizó su mandato. El afán de ir más allá en la realización de los valores de la igualdad y la libertad fue el hilo conductor del Gobierno de Zapatero, que pretendía conformar una democracia en la que todas y todos pudieran sentirse reconocidos.
Un legado de derechos
Zapatero se muestra orgulloso de los grandes hitos sociales de su mandato, que partieron de un programa electoral abierto a la consulta y participación de muy diversas organizaciones sociales. Entre ellos, destaca la ley de lucha contra la violencia de género, aprobada en 2004, que había que plantearla como tal, sacándola del ámbito doméstico y poniendo a su servicio todo el arsenal público, preventivo, represivo y asistencial del Estado.
Otro de los hitos es la ley del matrimonio igualitario, que supuso un antes y un después en la percepción de España como referente innovador en materia de derechos. También se aborda la ley del 'divorcio exprés', la reforma de la ley del divorcio de 1981, que pretendía simplificar procesalmente la disolución del matrimonio.
La ley de memoria histórica, que buscaba saldar una deuda moral con las personas que sufrieron violencia o persecución durante la Guerra Civil o la dictadura, es otro de los logros sociales de su mandato.
La democracia como proceso abierto
Zapatero defiende que su labor fue abrir nuevas posibilidades interpretativas al contenido de los derechos ya consagrados en la Constitución. Considera que los derechos fundamentales son promesas abiertas de la democracia y que un derecho como el aborto no es más que la extensión del derecho a la integridad física y moral del artículo 15 de la Carta Magna.
Así, el expresidente concluye que la democracia es un proceso abierto a nuevos compromisos para ir realizando, haciendo verosímil, tangible, la promesa fundacional de vivir y convivir como personas iguales en libertad, una promesa de realización progresiva, nunca satisfecha por completo, y que ha de renovarse, porque las condiciones en que se ejerce la libertad en sociedad son cambiantes.
En definitiva, Zapatero considera que el progreso de una democracia se ha de medir, se ha de seguir midiendo, en derechos. Estos reflejan la fortaleza de los ciudadanos en relación con el poder y en el seno de la sociedad. Reflejan, si puede enunciarse así, la densidad de la ciudadanía cívica.
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