Con el fin del verano, muchos se despiden de un período de descanso que, lamentablemente, ha sido arruinado por precios desorbitados en servicios y productos turísticos. La sensación general es de indignación y frustración entre los viajeros que, en lugar de disfrutar de sus merecidas vacaciones, se han visto obligados a hacer malabarismos con sus presupuestos para poder disfrutar de un mes de descanso. La situación ha sido calificada de vergonzosa por muchos, que lamentan la falta de control y regulación en el sector turístico. En este artículo, analizaremos las causas y consecuencias de este fenómeno y exploraremos las posibles soluciones para que, en el futuro, los precios no sepulten las vacaciones de los viajeros.
Fin de una tradición: menos españoles se van de vacaciones durante un mes completo
La tradición de irse todo agosto de vacaciones está en decadencia
Cada vez menos españoles se marchan de viaje durante 31 días, y en su lugar se van una quincena o menos antes de volver a la rutina. Ángela García y Beatriz Plana son ejemplos de esta tendencia, que los expertos dicen que está en alza y que este verano, que termina oficialmente este domingo, ha quedado constatada.
«Los precios estaban absolutamente disparados, es vergonzoso», recalca Beatriz, quien solía irse un mínimo de 20 días con su familia a una casa en algún lugar de España. Este año, no obstante, solo han podido viajar durante siete días a Huelva.
El aumento de los precios, un factor clave
Uno de los motivos principales es el aumento de los precios, como el del alquiler de pisos turísticos. A esta realidad se ha enfrentado Beatriz. «Apartamentos que hemos cogido otros veranos por 1.000 euros la semana, ahora están por 2.500», explica.
Roberto Barbeito, profesor de Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, señala que «un mes se ha vuelto inaccesible para la mayoría de las familias». Además, apunta a la propia industria turística como un factor fundamental de la creciente tendencia de viajar menos en verano. «Si antes se pagaban 2.000 euros por un mes, ahora son 1.000 por cinco días», incide.
La subida de la inflación y la capacidad de ahorro
Rebeca Cordero, profesora socióloga de la Universidad Europea de Madrid, coincide en que «se ha encarecido la vida». «La subida de los intereses hipotecarios hace que la capacidad de ahorro se merme», pone como ejemplo, por lo que muchos optan por «reducir sus vacaciones».
Ambos expertos concuerdan en que el acusado aumento de esta inclinación, «muy frecuente en otros países», tiene que ver con «una subida desmedida de la inflación propiciada por otros eventos», entre ellos, «la guerra de Ucrania».
La conciliación familiar y el teletrabajo
Ángela García, por su parte, ha fragmentado sus vacaciones para coincidir en septiembre con unos amigos, a los que este mes les venía mejor por «motivos económicos». Aun así, esta mujer añade otro factor fundamental para esta nueva disposición de su verano: la conciliación familiar.
Fernando Vidal, profesor de Sociología de la Universidad de Comillas, habla también de una creciente necesidad de tener salidas intensas que permitan a las personas disfrutar de su viaje y tener un tiempo posterior de descanso antes de una nueva experiencia igual de emocionante.
El aumento del teletrabajo también está influyendo en la forma de disfrutar las vacaciones. «La flexibilidad horaria conlleva también una articulación de las vacaciones», indica Vidal.
Los datos de la encuesta
Del estudio del CIS también se han desprendido otros valores, como que el 45,2% utiliza el hotel o apartahotel durante sus vacaciones, mientras el 12,5% asegura que alquila una vivienda completa o apartamento.
La alternativa preferida para unas vacaciones suele ser la playa, y casi el 53% de los españoles la elige, en contraposición al turismo de carácter cultural que solo lo consume un 38,3%.
El CIS también ha revelado que más del 90% de los españoles consideran que el ocio y el tiempo libre son «muy o bastante importantes».
Ángela y Beatriz, que durante este año han disfrutado de un período vacacional más corto, aunque no por ello menos emocionante, coinciden en que el ocio y el tiempo libre son fundamentales para disfrutar de la vida.
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