El pacto entre Arabia Saudita y BlackRock da luz a un nuevo personaje en el fondo público saudí

El pacto entre Arabia Saudita y BlackRock da luz a un nuevo personaje en el fondo público saudí

En un movimiento que revoluciona el panorama financiero internacional, Arabia Saudita y la gigante de la inversión BlackRock han anunciado un histórico pacto que dará vida a un nuevo personaje en el fondo público saudí. Este acuerdo estratégico tiene como objetivo diversificar la economía saudita, reducir su dependencia del petróleo y atraer inversiones extranjeras a gran escala. Con esta alianza, BlackRock se convertirá en el socio estratégico del fondo público saudí, lo que permitirá la creación de un nuevo vehículo de inversión que atraerá a inversores institucionales y particulares de todo el mundo. Este pacto tiene el potencial de transformar la economía saudita y consolidar la posición de Arabia Saudita como un jugador clave en la escena financiera global.

BlackRock y Arabia Saudita lanzan a un nuevo ejecutivo para impulsar inversiones en Oriente Medio

Un empleado entra en las oficinas del fondo soberano de Arabia Saudí. PIF vía Europa Press

Cuando BlackRock, la mayor gestora de inversiones del mundo, logró un compromiso de inversión de 5.000 millones de dólares de Arabia Saudí el pasado abril, la imagen de la presentación mostraba sonriendo a Larry Fink y al gobernador del Fondo de Inversión Pública (PIF), Yasir Al Rumayyan, en la que también destacaba una estrella en ascenso y dentro del fondo soberano de Riad.

El hombre detrás de la escena: Yazeed Al Humied, el ejecutivo que lidera la inversión saudita en Europa y África

Ese hombre, Yazeed Al Humied, es uno de los dos subgobernadores del fondo y dirige su unidad de Oriente Medio y Norte de África. Aunque durante años esta área del PIF se consideraba menos atractiva, el creciente enfoque doméstico del propio fondo, con 925.000 millones de dólares en activos, ha llevado a que este ejecutivo sea cada vez más uno de los más buscados por los grandes inversores internacionales.

Fue el ejecutivo elegido para enviar un mensaje claro a las empresas que buscan hacer negocios y obtener grandes inversiones de Riad. Las compañías extranjeras deberían establecerse no solo con los mostradores de recepción, sino también con sus cocinas en Arabia Saudí si quieren seguir recibiendo mandatos de gestión del PIF, según explicó Al Humied a los asistentes en una cumbre el año pasado.

El pacto entre Arabia Saudita y BlackRock da luz a un nuevo personaje: Yazeed Al Humied, subgobernador del PIF

Ahora está siendo contactado por empresas internacionales que buscan establecer filiales en Arabia Saudí y recaudar fondos para inversiones locales, según personas familiarizadas con el asunto que prefirieron no ser identificadas debido a la confidencialidad de la información.

Dado que la mayoría de estos acuerdos se canalizan a través del brazo de inversiones locales del fondo, Al Humied está liderando la carga de un PIF más agresivo que, al igual que otros fondos del Golfo, pide cada vez más concesiones a los grandes gestores de fondos a cambio de dinero.

En un indicio de que está siendo preparado para un papel de mayor perfil, Al Humied es uno de los ejecutivos que han recibido formación similar a la que tuvo Al Rumayyan, incluida la capacitación en idiomas y consejos sobre cómo interactuar con altos ejecutivos del mundo financiero.

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El empleado número 3, Al Humied, quien está en sus cuarenta, y Al Rumayyan, de 54 años, se conocen desde hace más de una década, habiendo trabajado juntos anteriormente en el regulador de mercados saudíes. Al Humied no dudó en unirse al PIF en los primeros días de su transformación, sin siquiera preguntar sobre el salario o el puesto, según Al Rumayyan en una entrevista en 2022.

Lo mismo ocurrió con Turqi Al Nowaiser, quien está en sus cuarenta y supervisa las inversiones internacionales. Creyeron en la causa, tal vez en mí personalmente, y, por supuesto, en el príncipe Mohammed, dijo Al Rumayyan en ese momento.

Ambos ejecutivos están en comités clave del PIF, lo que les da supervisión sobre todas las actividades del fondo. Oficialmente empleado número 3 del PIF, el papel de Al Humied era visto como de bajo perfil en comparación con Al Nowaiser —empleado número 2—, incluso después de que ambos fueran nombrados subgobernadores en 2021.

Ese fue un momento en el que el PIF gastaba grandes sumas en acuerdos internacionales que sacudieron los negocios, la tecnología e incluso el deporte. Es famoso el compromiso de inversión de 45.000 millones de dólares al Vision Fund de Masayoshi Son (Softbank) tras una reunión de tan solo 45 minutos.

Ahora, con los precios del petróleo por debajo de los niveles que Arabia Saudí necesita para equilibrar su presupuesto y la inversión extranjera directa muy por debajo de la meta de 100.000 millones de dólares del príncipe Mohammed bin Salman, el PIF ha surgido como el principal vehículo impulsando la agenda del Visión 2030.

Eso ha llevado a Riad a enfocarse en acuerdos que atraigan a empresas y experiencia al reino. Los gigantes de Wall Street, que antes recaudaban dinero del fondo para invertir en el extranjero, ahora están siendo presionados para desplegarlo dentro de la región.

Las inversiones locales probablemente seguirán siendo la parte más significativa del portafolio del PIF, apunta Diego López, fundador y director de Global SWF. En ese contexto, vemos el papel de Yazeed como cada vez más importante, especialmente en los próximos cinco años hasta la finalización de la Visión 2030 de Arabia Saudita, si no más allá.

BlackRock, Goldman y Brookfield

Al Humied ya gestiona cerca de dos tercios de los activos del PIF, incluidos sus dos mayores grupos de activos. El impacto doméstico y la adquisición de tecnología para desarrollar la fuerza laboral saudí son dos de los cinco criterios que el PIF utiliza para evaluar sus inversiones.

Los otros incluyen los retornos, el riesgo, la oportunidad de acceder a una nueva empresa o industria, o sinergias con negocios existentes.

BlackRock, por ejemplo, ha intensificado sus esfuerzos para expandirse en el reino. El mayor gestor de activos del mundo se ha comprometido a construir un equipo de inversiones con sede en Riad como parte de un acuerdo gestionado por el grupo de Al Humied.

Empresas rivales también están moviéndose. Brookfield Asset Management Ltd. ha explorado la recaudación de fondos separados para invertir en Oriente Medio, y Goldman Sachs está trabajando en la creación de un fondo centrado en la región.

La unidad de Medio Oriente del PIF y Al Humied serán clave en algunos de esos esfuerzos.

Por supuesto, Al Rumayyan, quien ayudó a trazar la transformación del fondo de una empresa de inversiones pasivas a una firma activa de fuerza global que ha respaldado a los mayores gestores de fondos y acuerdos de capital privado del mundo, sigue siendo el centro de atención.

Sin embargo, el poderoso ejecutivo ahora confía más en Al Humied. A diferencia de Al Rumayyan, quien es la cara pública del fondo —hace apariciones en los medios, encabeza conferencias y ha sido fotografiado jugando golf con el expresidente de EEUU Donald Trump-, Al Humied es más discreto que todo eso.

Las propuestas internacionales no están ganando tanto terreno en el comité de inversiones del PIF. Algunos banqueros que presentan acuerdos extranjeros han sido invitados a idear propuestas locales y llevarlas a Al Humied.

Ese enfoque interno se refleja en los números: el fondo fue el inversor soberano más activo del mundo el año pasado con un desembolso de 31.600 millones de dólares, de los cuales el 42% se destinó a acuerdos locales en el área de influencia de Arabia Saudí.