En un intento por despejar las dudas y acallar las especulaciones, expertos en seguridad y tecnología han salido a desmentir las teorías conspiratorias que sugieren que los coches eléctricos chinos están diseñados para espiar al mundo. A pesar de la creciente popularidad de estos vehículos, no hay evidencia creíble que respalde estas afirmaciones. De hecho, los expertos aseguran que no hay pruebas que sustenten la idea de que estos coches estén siendo utilizados para recopilar información confidencial o realizar actividades de espionaje. En este sentido, es fundamental separar la realidad de la ficción y no dejar que la desinformación nos guíe.
- China, líder en producción de coches eléctricos, desmiente teorías conspiratorias de espionaje
- EE UU y Europa imponen aranceles a vehículos eléctricos chinos por razones de seguridad
- La producción china de coches eléctricos arrasa a la industria estadounidense
- Gobiernos occidentales toman medidas para protegerse de la influencia china en la industria automotriz
China, líder en producción de coches eléctricos, desmiente teorías conspiratorias de espionaje
China es la fábrica del mundo, produciendo un tercio de los productos manufacturados del mundo, más que Estados Unidos, Alemania, Japón, Corea del Sur y el Reino Unido juntos. Y en lo tecnológico, China es el primer país del mundo en la producción de semiconductores, baterías eléctricas, paneles solares o coches eléctricos.
EE UU y Europa imponen aranceles a vehículos eléctricos chinos por razones de seguridad
El presidente de EE UU, Joe Biden, ha elevado los aranceles del país a las importaciones procedentes de China de coches eléctricos, paneles solares y otros productos manufacturados de alta tecnología. La Unión Europea también ha impuesto aranceles a los vehículos eléctricos chinos, debido a las preocupaciones sobre la seguridad nacional.
La producción china de coches eléctricos arrasa a la industria estadounidense
Los fabricantes de automóviles chinos se están instalando en México para aprovecharse de las normas comerciales norteamericanas. Desde allí pueden enviar sus coches hasta Los Angeles o Nueva York a precios muy bajos, lo que puede dañar y mucho a la industria de EE UU.
Gobiernos occidentales toman medidas para protegerse de la influencia china en la industria automotriz
El gobierno de EE UU ha propuesto una nueva norma que prohibiría la entrada en el país de algunos equipos y programas informáticos para automóviles fabricados en China (también en Rusia), con restricciones para los programas informáticos a partir de 2026. La medida, se dice, es necesaria por razones de seguridad nacional.
El riesgo de puerta trasera para que Pekín espíe
El think tank China Strategic Risks Institute (CSRI) ha publicado un análisis que señala a los vehículos eléctricos chinos como un riesgo de puerta trasera para que Pekín gane influencia sobre gobiernos rivales. La República Popular China tiene un largo historial de utilización de las dependencias de la cadena de suministro para coaccionar económicamente a sus socios, se lee en el informe.
La prohibición total de los vehículos eléctricos chinos en EE UU
El senador Sherrod Brown, demócrata por Ohio, ha llegado a pedir al presidente Biden la prohibición total de los vehículos eléctricos chinos en EE UU. Una y otra vez, hemos visto cómo el gobierno chino vierte productos altamente subvencionados en los mercados con el propósito de socavar la fabricación nacional, asegura.
El software chivato del coche eléctrico
Según el CSRI, los fabricantes chinos dominan el mercado de los CIMS, los dispositivos del internet de las cosas, que transmiten información a través de señales de radio hacia y desde fuentes externas. El problema es que presentan una vulnerabilidad inherente en materia de ciberseguridad, ya que se puede acceder a ellos y manejarlos a distancia.
Las redes de recarga también son un riesgo
Según el informe, en teoría, estas gasolineras eléctricas podrían apagarse, dejando los coches paralizados y a los conductores tirados. En todo caso, los autores del documento reconocen que el riesgo de que Pekín siembre el caos en las carreteras occidentales es bajo.
La respuesta del China Strategic Risks Institute
El think tank propone imponer altos aranceles a los vehículos eléctricos chinos, como han hecho EE UU, Canadá y la Unión Europea. También defienden que cualquier fabricante chino de CIM sospechoso de tener vínculos con el complejo militar-industrial del Gobierno de Pekín debería tener prohibida su participación en licitaciones públicas en virtud de la Ley de Contratación Pública del Reino Unido.
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