En un giro radical en la política de tránsito, el experto en seguridad vial Pere Navarro ha emitido un dictamen contundente: a partir de ahora, no se permitirá ni una gota de alcohol en la conducción de vehículos. Esta medida busca reducir los accidentes de tránsito y las víctimas mortales relacionadas con la conducción bajo los efectos del alcohol. Navarro, reconocido por su experiencia en la materia, sostiene que la tasa de alcoholemia cero es la única forma de garantizar la seguridad en las carreteras. Esta noticia ha generado un gran impacto en la sociedad, y es necesario analizar las implicaciones y consecuencias de esta nueva normativa.
El presidente de la DGT, Pere Navarro, ha anunciado que está previsto reducir la tasa de alcoholemia a 0,2 g/l en sangre, lo que prácticamente impedirá beber cualquier cantidad de alcohol al volante. Esta medida busca reducir el número de accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol, que según la DGT, es uno de los factores de riesgo más implicados en los siniestros mortales en España.
Un 30% a 50% de los accidentes mortales en España involucran alcohol. Por esta razón, Navarro ha declarado que no se puede beber y conducir, y que la sociedad española en su mayoría apoya esta nueva medida.
La DGT reduce la tasa de alcoholemia a 0,2 g/l: 'No se puede beber y conducir'
La reducción de la tasa de alcoholemia se inspira en países europeos como Noruega o Suecia, que ya han implantado medidas similares. Sin embargo, Navarro ha explicado que no se podrá establecer una tasa cero de alcohol al volante, ya que hay procesos digestivos que podrían arrojar niveles de alcohol en sangre, lo que crearía un conflicto.
La nueva tasa de alcoholemia podría entrar en vigor en 2025. Para implementar este cambio, será necesario modificar el artículo 20 del Reglamento General de Circulación, lo que requerirá el acuerdo de las diferentes fuerzas parlamentarias o la aprobación de un Decreto Ley extraordinario por parte del Gobierno.
Además, Navarro ha confirmado que la DGT estudiará en profundidad la afección de las drogas al volante en un futuro próximo.
La conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas es un delito en España. Según el Código Penal español, la conducción de un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas cuando se arroje una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro es considerado un delito.
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