Telefónica se compromete a pagar 582 millones de euros a empresas como Indra, Inetum y Capgemini en el 'megacontrato' tecnológico de siete años

Telefónica se compromete a pagar 582 millones de euros a empresas como Indra, Inetum y Capgemini en el 'megacontrato' tecnológico de siete años

En un movimiento estratégico que busca impulsar su transformación digital, Telefónica ha anunciado un megacontrato tecnológico de siete años con un valor de 582 millones de euros. Este acuerdo histórico contempla la colaboración con destacadas empresas tecnológicas como Indra, Inetum y Capgemini, líderes en innovación y desarrollo de soluciones tecnológicas. A través de esta alianza, Telefónica busca fortalecer su posición en el mercado y ofrecer servicios más eficientes y seguros a sus clientes. El compromiso financiero de Telefónica es un reflejo de su compromiso con la innovación y su objetivo de ser un líder en la transformación digital del sector.

Telefónica se compromete a pagar 582 millones de euros a empresas como Indra, Inetum y Capgemini en el 'megacontrato' tecnológico de siete años

La operadora de telecomunicaciones Telefónica ha firmado un contrato tecnológico de siete años con las empresas Indra, Inetum y Capgemini, que supone un gasto de 582 millones de euros. Este acuerdo, que se firmó en el primer semestre del año, permite a la empresa reducir tanto los proveedores como la incertidumbre en los plazos.

Según el informe semestral de Telefónica, el objetivo del contrato es la prestación de un servicio de transformación TI (desarrollo, mantenimiento y operación de aplicaciones). Las tres filiales con las que la teleco opera en España (Telefónica de España, Móviles y Soluciones de Informática y Comunicaciones) se comprometen a abonar un total de 582 millones de euros en cuatro contratos repartidos entre los tres proveedores.

Un contrato histórico

Este contrato es histórico para Telefónica, ya que tradicionalmente la empresa contaba con varias decenas de proveedores con los que subcontrataba el mantenimiento y el desarrollo de sistemas 'tech' tanto en el negocio residencial como en el de empresas o el mayorista. Sin embargo, los contratos no solían ser especialmente largos, lo que generaba incertidumbre tanto en el grupo como en los potenciales 'socios'.

Con este contrato, Telefónica reduce la complejidad interna y permite economías de escala. Aunque no se conoce cuál ha sido el ahorro específico del grupo con esta nueva modalidad, se estima que la empresa podrá ahorrar una cantidad significativa.

La duración del contrato

La duración inicial del contrato es de siete años, con prórrogas automáticas hasta un máximo de dos años adicionales, salvo preaviso por cualquiera de las partes. Esto significa que, si no se hicieran prórrogas, implicarían unos 83 millones de euros anuales de desembolso en esta subcontratación.

Además, la operadora ha firmado contratos con Capgemini, Indra e Inetum de manera independiente, lo que permite una mayor flexibilidad en la gestión de los servicios.

La importancia del contrato

La magnitud del contrato se refleja en la notificación en las cuentas del primer semestre del año. Habitualmente en el capítulo de compromisos se suelen incluir transacciones como la venta de Atento -y el compromiso de pago anual con el contrato de prestación de servicios-, los acuerdos para enajenaciones de activos o los contratos para adquirir derechos de retransmisión sobre el fútbol tanto con LaLiga como con la UEFA y la Real Federación.

Este contrato es especialmente relevante para Telefónica, ya que es el primer contrato de TI relevante que se precisa en las cuentas del grupo desde el año 2016.

Además, el contrato se produce en un momento en el que la empresa está ampliando su pacto tech con Nabiax, una sociedad controlada por el fondo de infraestructuras Asterion. La ampliación del contrato de 'housing' (alojamiento de los datos en los servidores) hasta julio de 2034 respecto al centro de la localidad madrileña de Alcalá de Henares (el más relevante de todos) fue precisamente la antesala del proceso de subasta en la que está inmersa ahora Nabiax.