- La soledad en el aula: adolescentes con parálisis cerebral denuncian la falta de empatía y comprensión por parte de algunos profesores
- La soledad en el colegio: discapacidad y discriminación en la educación
- La experiencia de Gema y Laura
- La discriminación diaria
- La lucha por la educación inclusiva
- Un llamamiento a la movilización
La soledad en el aula: adolescentes con parálisis cerebral denuncian la falta de empatía y comprensión por parte de algunos profesores
En un llamamiento a la conciencia, un grupo de adolescentes con parálisis cerebral ha decidido hablar abiertamente sobre su experiencia en el aula, denunciando la falta de empatía y comprensión por parte de algunos profesores. Estos jóvenes, que ya enfrentan desafíos adicionales en su educación debido a su condición, se sienten aislados y marginados por la falta de apoyo y entendimiento de algunos docentes. A través de sus testimonios, esperan concienciar a la comunidad educativa sobre la importancia de crear un entorno más inclusivo y respetuoso, donde todos los estudiantes puedan desarrollar su potencial sin barreras.
La soledad en el colegio: discapacidad y discriminación en la educación
Gema Canales y Laura Taño, dos adolescentes con parálisis cerebral de 15 y 16 años respectivamente, han denunciado la soledad que sienten en el instituto debido a su discapacidad y a que no pueden comunicarse como el resto de sus compañeros.
«Había profesores de apoyo que me ayudaron bastante y otros no mostraban mucho interés por mi forma de comunicarme y en muchas ocasiones no me sentía comprendida», ha lamentado Gema, una joven de 16 años con parálisis cerebral y sin capacidad de lenguaje oral que ha marcado un hito en la educación española al ser la primera estudiante con esta discapacidad que supera la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) junto al resto de sus compañeros, gracias a la ayuda de tecnologías de apoyo.
La experiencia de Gema y Laura
En un vídeo difundido a los medios, Gema cuenta su experiencia durante su etapa en Educación Secundaria Obligatoria y sobre cómo ha sido el paso de Primaria a la ESO. «Todo fue un poco más fácil» en Primaria, asegura, ya que tuvo apoyos que le ayudaron «mucho» y le hacían «sentir bien», aunque en Secundaria «la historia cambió»: «Mi sensación era que no les importaba mucho mis adaptaciones porque estaban un año y al año siguiente no».
«Me sentía un poco sola, por eso ahora no tengo ganas de seguir estudiando en un sistema que no me entiende. Voy a luchar para que tengamos la educación de calidad que merecemos», ha aseverado Gema.
Por su parte, Laura, una chica de Jaén nacida en 2009 con parálisis cerebral infantil, relata cómo se siente cada día cuando chicos que han sido sus compañeros desde Infantil pasan a su lado sin decirle «ni una sola palabra». «Yo sufro a diario este tipo de discriminación», ha lamentado.
La discriminación diaria
«Imaginaos que un día os despertáis y el mundo que conocíais se vuelve gris, que las personas de tu alrededor dejan de hablarte sin tú saber qué ha podido pasar. Ya no tienes amigos y no entiendes qué has hecho para que esto suceda, pues así me siento yo», ha explicado Laura.
Laura manifiesta que solo es una chica de 15 años que hace las cosas de manera diferente, que tarda un poco en hablar, que puede hacer las mismas cosas que hacen el resto de alumnos y que se siente «sola».
La lucha por la educación inclusiva
La madre de Laura ha denunciado las dificultades que ha tenido su hija durante su vida escolar, como el miedo, la soledad y el no saber actuar con ella. «En el instituto se encuentra sola, no tiene acompañamiento de ningún niño de su edad», afirma.
Durante la etapa escolar, según indica, la joven tiene cubiertas las necesidades básicas pero «no hay una persona que esté especializada y que sepa manejar sistemas de comunicación alternativa». «De todo ello me he ido encargando yo a lo largo de su etapa escolar pero sin tener unas nociones de pedagogía porque yo solo soy una madre», recalca.
El caso de Gema o Laura no solo son un triunfo personal, sino un ejemplo inspirador para el sistema educativo y la sociedad en su conjunto, ya que su éxito pone de manifiesto la importancia de la tecnología en la educación inclusiva para abrir nuevas posibilidades para otras personas con discapacidad.
Un llamamiento a la movilización
Las familias de alumnos con parálisis cerebral reclaman, así, una 'vuelta al cole' realmente inclusiva y hacen un llamamiento a la movilización para «eliminar las trabas que hay para los niños con capacidades diferentes».
Los niños con parálisis cerebral, que son uno de cada 500 niños que nacen, en la mayor parte de las ocasiones no tienen afectadas sus capacidades intelectuales, solo las motoras. Sin embargo, por su condición se ven relegados de la sociedad y privados de su infancia/ adolescencia y de una educación como los demás, cuando simplemente gracias a un comunicador podrían estar escolarizados con normalidad.
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