Después de más de cuatro décadas, el enigma sobre el paradero de Danny Lloyd, el niño que interpretó al joven Danny Torrance en la película de terror clásica El resplandor (1980), ha sido desvelado. A los 44 años, el actor infantil que nos hizo temblar de miedo con sus ojos hipnóticos y su capacidad para comunicarse con los espíritus, ha abandonado la industria del entretenimiento para dedicarse a una vida más tranquila y en contacto con la naturaleza. Actualmente, Lloyd es dueño de una granja de cerdos y, además, se ha convertido en un profesor de biología, encontrando una nueva pasión en la educación y el cuidado del medio ambiente.
De 'El resplandor' a la granja de cerdos: la sorprendente vida de Danny Lloyd, el niño que vivió el terror
En 1980 se estrenaba El resplandor, una de las obras más representativas —si no la que más— de Stanley Kubrick, responsable de otros títulos de culto como La naranja mecánica (1972) o 2001: odisea en el espacio (1968). Adaptada de la novela homónima de Stephen King e inspirada en el Stanley Hotel de Colorado, en El resplandor se nos presenta a la familia Torrance, formada por Jack, un escritor que va a hacerse cargo del cuidado del hotel Overlook durante el invierno, y su familia: su mujer, Wendy (Shelley Duvall), y su hijo, Danny.
Este último, además, compartía nombre de pila con el pequeño actor que le dio vida: Danny Lloyd. Lloyd contó en una entrevista para The Guardian, en 2017, que consiguió el papel un poco por casualidad, después de que su padre viera un anuncio en el periódico buscando niños sin experiencia en cine para una película y que, como él era un niño que nunca se estaba quieto su padre lo presentó al casting como una especie de broma, diciéndole que ya que tanto protagonismo quería, a ver si había suerte.
A pesar de que Kubrick era famoso por su nivel de exigencia en rodaje, de que El resplandor es una de las películas con más repeticiones de tomas de la historia y también a pesar de que el propio Lloyd tuvo que llegar a repetir una escena más de cien veces, él siempre ha contado que tiene un buen recuerdo de la experiencia, al punto de que tenía la sensación de estar grabando una película casera, y no de terror, gracias a las atenciones del director hacia él. Eso sí, también cuenta que le prometieron que después del rodaje podría quedarse con el triciclo, pero esa promesa nunca se cumplió.
De la actuación a la biología
Eran sus inicios y parecía que podría hacer carrera en la industria del cine. Sin embargo, finalmente no se dedicó a la actuación. En una entrevista para The Sun explicaba, siendo ya adulto, que realmente lo intentó, pero no tuvo éxito. Aunque también contaba que no lo vivió como un fracaso, porque le divertía y le parecía emocionante asistir a las audiciones, pero empezó a resultarle aburrido y, a los catorce años, decidió que quería ser un niño normal.
A punto de cumplir 52 años, la antigua estrella infantil vive en una pequeña granja de cerdos a las afueras de Louisville junto a su mujer, Jessi Bowers, y sus cuatro hijos: dos que han tenido en común y dos de una relación anterior de Bowers, de quienes Lloyd es padrastro. Ha dedicado su vida adulta a enseñar biología en un instituto de secundaria.
Estoy orgulloso de venir del Medio Oeste —dijo a The Sun—. Es donde me siento cómodo. Una vida en Hollywood probablemente no hubiera sido para mí.
Deja una respuesta