- Paulo Milanesio, trabajador humanitario, describe la realidad en Gaza como superior a cualquier conflicto tras recorrer varios países
- La impotencia y el sufrimiento: Paulo Milanesio cuenta su experiencia en Gaza
- Una supervivencia constante
- El miedo y la salud mental
- La vida para los gazatíes y los desplazados
- La situación alimentaria crítica
- Los niños huérfanos
- Las heridas más comunes
- La vuelta a la normalidad
Paulo Milanesio, trabajador humanitario, describe la realidad en Gaza como superior a cualquier conflicto tras recorrer varios países
En una impactante declaración, el trabajador humanitario Paulo Milanesio ha compartido su experiencia tras recorrer varios países y enfrentar diversas situaciones de conflicto. Según su testimonio, la realidad en Gaza supera con creces cualquier otro conflicto que haya presenciado en su carrera. Con una perspectiva que se basa en su amplia experiencia en zonas de conflicto, Milanesio ofrece un panorama sombrío sobre la situación en Gaza, que pone de manifiesto la gravedad de la crisis humanitaria que enfrenta la región. En las siguientes líneas, exploraremos sus palabras y reflexiones sobre este tema.
La impotencia y el sufrimiento: Paulo Milanesio cuenta su experiencia en Gaza
Paulo Milanesio, coordinador de emergencias en Médicos sin Fronteras, asegura que trabajar en Gaza le cambió la vida. Lleva más de una década trabajando en el sector humanitario en países como Yemen, Camerún, Etiopía, Senegal o Ucrania, pero su experiencia en la Franja de Gaza ha sido especialmente impactante.
Volvió a España antes de lo previsto, debido a la crudeza de lo que vio y vivió allí, que le dejó sin fuerzas y con una sensación de impotencia inmensa.
Una supervivencia constante
Es una supervivencia constante, relata Milanesio en una entrevista telefónica. La gente vive amontonada en tiendas de campaña que van improvisando, que ya han tenido que montar y desmontar en varias ocasiones, porque hay gente que se ha desplazado más de 10 veces en menos de un año.
La situación en Gaza es superior a cualquier conflicto que haya vivido anteriormente, afirma Milanesio. Está todo totalemente destruido. Son más de un millón y medio de personas que ya hace un año que lo han perdido todo y que están constantemente desplazándose en un territorio del que no puede salir.
El miedo y la salud mental
El miedo y la impotencia también han afectado la salud mental de Milanesio. Sí, evidentemente. Cuando vas a estos contextos sabes que te enfrentas a situaciones de peligro. Pero en Gaza el riesgo es muchísimo mayor.
La falta de cuidado para con los trabajadores humanitarios es prácticamente nulo, lo que aumenta la sensación de miedo y la sobrecarga emocional. Cada vez ves más ataques, cada vez más gente herida. Y van muriendo trabajadores humanitarios. Cuando estuve murió un compañero de Naciones Unidas en un ataque.
La vida para los gazatíes y los desplazados
La vida para los gazatíes y los desplazados es una supervivencia constante. No hay acceso a electricidad, las comunicaciones son muy limitadas, el saneamiento es prácticamente nulo, la recolección de basura también.
La gente vive en tiendas de campaña improvisadas, sin acceso a agua potable ni comida adecuada. La producción de agua potable, que depende de plantas desalinizadoras, es muy baja. Nosotros repartimos 600.000 litros de agua por día.
La situación alimentaria crítica
La situación alimentaria en Gaza es crítica. La gente come lo que consigue y no lo que debería comer. Tenemos centros de atención primaria donde estamos constantemente recibiendo niños y madres.
El 96% de la población de la Franja sufre un nivel alto de inseguridad alimentaria aguda. Después, Gaza está dividido en dos, y en el norte la situación es mucho más compleja porque el acceso está extremadamente limitado y hay registros de que la situación alimentaria ahí es crítica.
Los niños huérfanos
La población desplazada son en su mayoría niños y mujeres, pero hay también muchos niños huérfanos. Hay más de 20.000 niños que están solos caminando por las calles de Gaza y viven haciendo familia entre ellos.
Estos niños han perdido a sus familias y han sido obligados a crecer demasiado rápido. Es muy duro de ver también, tantos niños deambulando.
Las heridas más comunes
Las heridas más comunes que Milanesio y su equipo han tenido que curar son amputaciones y quemaduras. Te toca ver niños que ya no tienen extremidades o les falta parte de ellas.
Los ataques masivos y las explosiones han provocado un gran número de heridos y muertos. Nosotros recibimos en los hospitales lo que llamamos flujo masivo de pacientes por lo menos una vez por semana.
La vuelta a la normalidad
Volver a la normalidad después de haber presenciado el horror de Gaza es difícil. Vuelves con un nivel de impotencia altísimo por ver que hay un montón de personas inocentes sufriendo.
Milanesio cree que el resto del mundo no es consciente de la gravedad de la situación en Gaza. No hay nada peor que empujar al olvido a una población que está sufriendo cosas ilegales, injustas e inhumanas.
Por eso, Milanesio promete seguir hablando de la situación en Gaza y hacer todo lo posible para ayudar a la población afectada. Ojalá pueda volver. La verdad, me encantaría. Creo que algún día volveré.
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