EE. UU. intenta separar a Google de Android y Chrome: ¿qué consecuencias tendría para la Big Tech?

EE. UU. intenta separar a Google de Android y Chrome: ¿qué consecuencias tendría para la Big Tech?

En un movimiento que podría tener consecuencias significativas en el panorama tecnológico, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha iniciado un proceso para separar a Google de sus divisiones de Android y Chrome. Esta medida forma parte de una investigación antimonopolio en curso que busca determinar si la empresa tecnológica ha abusado de su posición dominante en el mercado. La separación de estas divisiones podría tener un impacto profundo en la forma en que Google opera y se posiciona en el mercado, lo que a su vez podría afectar a otras empresas tecnológicas y a los consumidores en general. En este artículo, exploraremos las posibles consecuencias de esta medida para la Big Tech.

EE UU intenta separar a Google de Android y Chrome: ¿qué consecuencias tendría para la Big Tech?

La empresa de tecnología más grande del mundo, Google, se encuentra en el centro de una nueva polémica en Estados Unidos. Un juez de San Francisco ha ordenado a la compañía de Mountain View facilitar la entrada a Play Store, en el marco de la demanda de la empresa de videojuegos Epic Games, que acusó a Google de prácticas anticompetitivas en 2020.

La orden del juez y sus consecuencias

La orden del juez establece que la tienda de aplicaciones de Google deberá ofrecer acceso a otras tiendas de contenidos desarrolladas por terceros, y el catálogo de aplicaciones deberá estar disponible en estas tiendas de terceros. Esta decisión plantea una serie de cambios en el funcionamiento de Play Store y puede tener consecuencias significativas para la empresa y el mercado de las aplicaciones móviles.

El Departamento de Justicia de EE UU contra Google

Además, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) ha presentado varias propuestas conductuales y estructurales para poner fin al monopolio de Google. Entre ellas se encuentra la posibilidad de obligar a Google a vender Chrome y Google Play Android, lo que forma parte de las conductas ilegales de Google para controlar el mercado de los buscadores web y la publicidad en línea.

Según el DOJ, estas propuestas tienen como objetivo limitar o prohibir los acuerdos predeterminados, los acuerdos de preinstalación y otros acuerdos de reparto de ingresos relacionados con la búsqueda.

¿Por qué EE UU quiere que Google abandone Chrome y Android?

El documento del Departamento de Justicia de Estados Unidos indica que los demandantes están considerando remedios estructurales y conductuales que impedirían que Google utilice productos como Chrome, Play y Android para sacar ventaja con el buscador de Google y funciones y productos relacionados con el buscador de Google frente a sus rivales o nuevos participantes.

El control que Google ejerce sobre el navegador Chrome, con su buscador preinstalado por defecto, limita significativamente los canales de distribución disponibles y desincentiva el surgimiento de nuevos competidores. La tienda Google Play es imprescindible en todos los dispositivos Android y los Acuerdos Android son una herramienta fundamental para las limitaciones anticompetitivas de Google a la distribución.

La respuesta de Google

Google califica de radical la propuesta del Departamento de Justicia de Estados Unidos de dividir su negocio y romper su monopolio al separar la gestión del sistema operativo Android, el navegador Chrome y la tienda de aplicaciones Google Play.

Según Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Reguladores de Google, esta propuesta dañará a los consumidores, deprimirá el valor de los anuncios en Internet, amenazará la privacidad de los usuarios y aumentará el coste de los teléfonos móviles.

Ante esta situación, Google está preparando la respuesta a la propuesta del Gobierno estadounidense, considerando que la idea de romper su negocio en tres va más allá de los asuntos legales específicos planteados originalmente.

Es importante destacar que esta noticia puede tener consecuencias significativas para el mercado tecnológico y la competencia en el sector. La decisión final del Departamento de Justicia de Estados Unidos puede marcar un cambio en la forma en que las empresas tecnológicas operan en el país.