La reducción de la jornada laboral pone en peligro la estabilidad laboral: las bolsas de horas pactadas en los convenios están en riesgo

La reducción de la jornada laboral pone en peligro la estabilidad laboral: las bolsas de horas pactadas en los convenios están en riesgo

La reducción de la jornada laboral, medida que se ha impulsado en varios países como forma de mejorar la calidad de vida de los empleados, puede tener consecuencias impredecibles en la estabilidad laboral. Según expertos en el ámbito laboral, la disminución de horas de trabajo puede afectar negativamente las bolsas de horas pactadas en los convenios colectivos, poniendo en riesgo la estabilidad laboral de miles de trabajadores. Esta situación genera inquietud entre los sindicatos y los empleadores, quienes buscan encontrar un equilibrio entre la reducción de la jornada laboral y la productividad empresarial.

La reducción de la jornada laboral pone en peligro la estabilidad laboral

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha advertido que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales se aprobará en 2025, incluso si no cuenta con el apoyo de las empresas. Esta medida ha generado inquietud entre los empresarios, quienes temen perder flexibilidad y estabilidad laboral.

La negociación para reducir la jornada laboral se acerca

Los negociadores de la patronal, los sindicatos y el Ministerio de Trabajo se reunirán este viernes para negociar la reducción de la jornada laboral. Después de nueve meses de conversaciones, la patronal ha expresado su preocupación por la pérdida de flexibilidad y estabilidad laboral.

El riesgo de perder flexibilidad y estabilidad laboral

La reducción de la jornada laboral supondría un recorte en la flexibilidad de las empresas, ya que anularía las bolsas de horas pactadas en muchos convenios a lo largo de todo el país. Estas bolsas de horas son frecuentes en convenios de empresa de la industria o del transporte profesional, y permiten a las empresas cubrir picos de producción o de actividad a lo largo del año.

El problema está en que esta bolsa de horas está integrada por las horas restantes entre la jornada máxima pactada en convenio y la que figura en la normativa laboral, por lo que allí donde el horario pactado sea de 37,5 horas o más, estas quedarán inoperativas.

Además, la reducción de la jornada laboral también supondría un aumento de costos implícito, ya que conlleva una subida salarial sin merma de salario. También se suman las dificultades para buscar personal que cubra las horas que quedarían vacantes con esta jornada.

La normativa laboral reserva al Gobierno la capacidad de anular o reducir el límite para las horas extraordinarias, lo que podría afectar la productividad de las empresas.

La búsqueda de soluciones

Los negociadores de la patronal y los sindicatos han planteado varias opciones para paliar la aplicación de la medida, como ampliar el margen de horas extraordinarias o incrementar el porcentaje de horas de libre distribución. Sin embargo, no se ha llegado a ningún consenso.

El Gobierno y los sindicatos están dispuestos a incluir a las empresas que tienen contratos con administraciones públicas en un remoto acuerdo, pero reclaman que los empresarios manifiesten de forma clara qué es lo que necesitan para cerrar un texto.

La reducción de la jornada laboral es un reto para las empresas y los trabajadores, ya que supone un cambio significativo en la forma en que se organiza el trabajo. Es necesario encontrar soluciones que permitan una transición pareja y no perjudiquen la productividad y la estabilidad laboral.