¿Por qué los perros pueden sufrir 'ataques de pánico'?: Entendiendo el 'efecto acumulativo de estímulos estresantes' en los caninos

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¿Por qué los perros pueden sufrir 'ataques de pánico'?: Entendiendo el 'efecto acumulativo de estímulos estresantes' en los caninos

Los dueños de perros a menudo se sorprenden al descubrir que sus mascotas pueden sufrir ataques de pánico, una condición que se caracteriza por una respuesta de miedo o ansiedad intensa en respuesta a estímulos específicos. Sin embargo, lo que muchos no saben es que estos episodios pueden estar relacionados con el efecto acumulativo de estímulos estresantes, un fenómeno que ocurre cuando los perros acumulan tensiones y estrés a lo largo del tiempo. En este artículo, exploraremos los factores que contribuyen a este fenómeno y cómo los dueños de perros pueden identificar y manejar estos episodios para asegurar el bienestar emocional de sus mascotas.

El efecto acumulativo: ¿cómo los estímulos estresantes pueden desencadenar un 'ataque de pánico' en los perros?

Desde que son cachorros, es imprescindible brindarles un espacio seguro en casa, donde puedan ir a tomar distancia de los estímulos que les estresan.

Los perros, como los humanos, tienen un límite de tolerancia ante situaciones que generan estrés y cuando se sobrepasa ese umbral, es probable que ocurran reacciones emocionales exageradas que los cuidadores no esperaban. Este fenómeno, conocido en inglés como ‘trigger stacking’ o acumulación de estímulos estresantes, es un concepto importante para entender la respuesta reactiva o agresiva de muchos perros que, bajo circunstancias normales, serían tranquilos y dóciles.

El estrés acumulado: los síntomas y consejos para prevenir

El estrés acumulado: los síntomas y consejos para prevenir 'ataques de pánico' caninos

La acumulación de estresores, como multitudes, ruidos fuertes con música, sumado al uso de elementos como un bozal o un complemento festivo pueden desencadenar un ataque de pánico canino.

La clave está en cómo estos estímulos se acumulan en un corto plazo de tiempo causando una explosión emocional que se manifiesta en conductas como ladridos excesivos, intentos de escapar, gruñidos e incluso ataques.

Comprender el estrés en los perros: ¿por qué los 'ataques de pánico' suelen ser tan comunes?

El proceso neurocientífico tras un 'trigger stacking' se basa en la activación del eje HPA (hipotálamo-hipofisario-adrenal), que regula la respuesta al estrés en los mamíferos, incluidos los perros.

Cuando un perro enfrenta una situación estresante, el hipotálamo libera una hormona llamada CRH (hormona liberadora de hormona adrenocorticotropa), que activa la glándula pituitaria, y esta a su vez libera ACTH (hormona adrenocorticotrópica). La ACTH viaja a las glándulas suprarrenales, donde se produce cortisol, la famosa hormona del estrés.

La acumulación de estímulos estresantes: estrategias para prevenir y manejar el estrés en nuestros perros

Las señales de un efecto acumulativo de estrés incluyen:

  • jadeo excesivo: un jadeo que no está relacionado con el ejercicio o el calor.
  • cambios de postura: orejas hacia atrás, cola entre las piernas o cuerpo encorvado.
  • vocalizaciones: ladridos, gruñidos y gemidos constantes.
  • agitación: incapacidad para relajarse, paseos repetitivos, estereotipias o movimientos erráticos.
  • : una mirada fija, con las pupilas dilatadas, puede ser una señal clara de que el perro está experimentando un alto nivel de estrés.

Existen estrategias para prevenir o mitigar el impacto de un efecto acumulativo de estímulos estresantes:

  • Identificación de desencadenante: observar detenidamente el entorno y las interacciones del perro permite identificar qué elementos le generan estrés.
  • Sensibilización progresiva: exponer al perro de manera gradual y controlada a los estímulos que le generan ansiedad.
  • Creación de espacios seguros: los perros necesitan un lugar donde puedan retirarse cuando se sienten abrumados.
  • Evitar la exposición simultánea a múltiples estímulos: evitar que el perro enfrente varios desencadenantes estresantes al mismo tiempo.
  • Refuerzos positivos: recompensar las conductas deseadas con premios o caricias es una excelente forma de ayudar al perro a asociar situaciones que le generaban estrés con algo positivo.

La importancia de la educación y la prevención es clave para garantizar el bienestar emocional a largo plazo del perro y prevenir incidentes que podrían poner en peligro tanto al perro como a quienes lo rodean.

Daniel Martín

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