Tres enfermedades que la miel puede ayudar a vencer
La miel, un alimento natural y versátil, ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades curativas y beneficiosas para la salud. Además de ser un edulcorante natural y una fuente de energía, la miel también tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes que la convierten en un aliado potente contra various enfermedades. En este artículo, exploraremos tres enfermedades comunes que la miel puede ayudar a vencer, y cómo su consumo regular puede ser beneficioso para nuestra salud en general.
Descubre los beneficios terapéuticos de la miel para vencer enfermedades
El uso culinario y terapéutico de la miel se conoce desde hace miles de años, tal y como evidencia su presencia en ciertas pinturas rupestres. China y Portugal son los principales exportadores de este producto, cada vez más demandado internacionalmente. En España, los últimos datos de producción propia están marcados por la sequía acentuada en diversas comunidades autónomas.
La miel es conocida por su variedad de sabores, colores y olores, dependiendo de las flores y plantas que las abejas polinizan. Su composición también es variable, pero hay denominadores comunes como los carbohidratos (fructosa y glucosa) y isacáridos, y aminoácidos.
Beneficios terapéuticos de la miel
Uno de los beneficios terapéuticos quizás más desconocidos de la miel es su poder cicatrizante, pese a que se conoce también desde tiempos remotos. La evidencia científica ha avalado su capacidad antibacteriana y antiinflamatoria para cicatrizar quemaduras de espesor parcial y también heridas infectadas tras una cirugía.
La miel es básicamente azúcar puro, sin grasas y con ciertas trazas de proteínas y fibra. Aunque contiene nutrientes como las vitaminas (B, C), niacina, ácido fólico, minerales (hierro, zinc) y antioxidantes, la mayoría de las personas no suelen consumir suficiente como para que estos elementos realmente sean dosis importantes en la dieta.
Impacto de los antioxidantes en la salud
Sí es importante el impacto de los antioxidantes, clave para algunas de las enfermedades más prevalentes. Los flavonoides y ácidos fenólicos son algunos de los antioxidantes que más contiene la miel, siendo mayores las dosis en la miel de color más oscuro. Estos compuestos tienen un papel fundamental para combatir el daño celular que se manifiesta, por ejemplo, en enfermedades cardíacas o el envejecimiento prematuro.
La miel y la hipertensión
La presión arterial es un factor fundamental a la hora de calibrar el riesgo de enfermedades cardíacas, ámbito de interés para la comunidad científica desde la perspectiva nutricional. En cuanto al consumo de miel, un estudio sobre mujeres mayores de 40 años asoció este a un menor riesgo de hipertensión en este grupo poblacional.
La miel y la salud cardiovascular
Entre los beneficios de la miel para la salud cardiovascular se destacan su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y la regulación de los niveles de colesterol y triglicéridos. El propóleo, una resina que se encuentra en la miel, también ha demostrado tener un impacto positivo en la salud cardiovascular.
La miel y la diabetes tipo 2
Diversos estudios han constatado que la miel puede aumentar los niveles de adiponectina, una hormona que reduce la inflamación y mejora la regulación del azúcar en sangre. En esta línea, se han realizado investigaciones que evidencian que la ingesta diaria de miel en ayunas en pacientes con diabetes tipo 2 puede beneficiarles para regular dichos niveles, si bien esta ingesta debe estar bien controlada por estos individuos.
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