¡Delicia sin gluten! Receta fácil de pollo pibil a la sartén con espaguetis de calabacín

¡Delicia sin gluten! Receta fácil de pollo pibil a la sartén con espaguetis de calabacín

En un mundo cada vez más consciente de la importancia de una alimentación saludable y libre de gluten, nos complace presentar una receta innovadora y deliciosa que combina los sabores auténticos de la cocina mexicana con la frescura de los vegetales. Pollo pibil a la sartén, una especialidad originaria de la península de Yucatán, se une a la versatilidad de los espaguetis de calabacín, una opción vegetariana y sin gluten perfecta para aquellos que buscan disfrutar de una comida ligera y sabrosa. ¡Descubre cómo preparar esta delicia sin gluten en apenas unos minutos y sorprende a tus seres queridos con un plato que combinará la tradición con la innovación!

¡Delicia sin gluten! Receta fácil y saludable de pollo pibil con espaguetis de calabacín

Una delicia mexicana sin gluten

Hoy tengo ganas de comer espaguetis, pero como ya sabéis, no como gluten y la forma más fácil y rápida es hacerlos con calabacín. La primera vez que los haces puedes tardar más, pero cuando adquieres práctica son muy rápidos, sobre todo si tienes un cortador en espiral o un rallador de verduras, y si no lo tienes, puedes hacerlos con un pelador de patatas que puede resultar divertido, aunque más anchos.

El calabacín, una verdura muy versátil

El calabacín es una verdura muy versátil que se adapta a muchos platos y tiene muchas propiedades nutricionales, principalmente en su piel. Las espirales puedes hacerlas con la ayuda de un cortador de espirales de verduras o también puedes usar un pelador de patatas y hacerlos más anchos.

Pollo pibil, una receta mestiza

Hablemos de esta salsa tan versátil, una receta mestiza que es un claro ejemplo de la fusión cultural de la cocina mexicana, donde convergen las técnicas mayas con los ingredientes que llevaron los colonizadores. Inicialmente se usaba cerdo y posteriormente se reemplazó por pollo. Es un acompañamiento perfecto que se puede utilizar con tortillas de maíz, cebolla encurtida y especias. En algunas regiones mexicanas se le acompaña con salsa habanera para darle un toque picante.

Ingredientes y elaboración

Ingredientes:

• 2 calabacines grandes, espiralizados para hacer “espaguetis o en láminas cortados con pela patatas
• 4 cuartos traseros de pollo deshuesado
• 100 ml de zumo de naranja
• 2 cucharadas de vinagre de manzana o 50 ml de zumo de limón
• 4 dientes de ajo, picados
• 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
• Condimentos: 1 cucharadita de orégano seco, 1 cucharadita de pimentón dulce, 1/2 cucharadita de canela, sal y pimienta al gusto
• Opcional: 1 cucharada de achiote (si lo tienes, puedes conseguirlo en tiendas de especias o latinas)

Elaboración:

• Preparar la marinada: Mezcla en un bol grande el zumo de naranja, el vinagre o el limón, el ajo picado, el aceite de oliva, el orégano, el pimentón, la canela, sal y pimienta. Añade el achiote si lo tienes para dar ese toque auténtico de color y sabor.
• Marinar el pollo: Coloca los cuartos traseros de pollo deshuesado en la mezcla de marinada y deja reposar al menos 1 hora en la nevera (cuanto más tiempo, más sabor).
• Cocinar: Coloca los trozos de pollo en una cacerola grande y vierte la marinada por encima. Agrega un poco más de zumo de naranja. Cubre la cacerola con una tapa y cocina a fuego medio durante 45-50 minutos, o hasta que el pollo esté completamente cocido y bien tierno. Remueve de vez en cuando para evitar que se pegue.
• Preparar los espaguetis de calabacín: Mientras el pollo se cocina, espiraliza los calabacines. Saltea los espaguetis de calabacín durante 2-3 minutos en una sartén con una cucharadita de aceite de oliva y una pizca de sal, hasta que estén ligeramente tiernos pero aún crujientes.
• Servir: Sirve los cuartos traseros de pollo sobre los espaguetis de calabacín. Rocía con la salsa pibil de la cacerola y decora con un poco de cilantro fresco picado y rodajas de lima si lo deseas.

Propiedades del calabacín

Alto contenido en antioxidantes: Los antioxidantes del calabacín, especialmente los carotenoides como la luteína y la zeaxantina, ayudan a proteger el cuerpo contra el daño de los radicales libres. Estos antioxidantes son esenciales para la salud ocular, la piel y el corazón, y el calabacín amarillo contiene mayores concentraciones de ellos, especialmente en la piel.

Promueve una digestión saludable: Gracias a su alto contenido en agua y fibra, el calabacín favorece una digestión saludable. El agua ayuda a suavizar las heces, mientras que la fibra insoluble y soluble facilita el tránsito intestinal y alimenta las bacterias beneficiosas del intestino, reduciendo el riesgo de estreñimiento y ayudando a mantener un intestino equilibrado.

Ayuda a reducir los niveles de azúcares en sangre: Con un bajo contenido de carbohidratos y una buena cantidad de fibra, el calabacín ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Es una alternativa excelente para quienes buscan reducir su ingesta de carbohidratos y mantener un control óptimo de la glucosa, especialmente en personas con diabetes tipo 2.

Mejora la salud del corazón: El calabacín contiene fibra soluble, potasio y carotenoides, los cuales ayudan a reducir la presión arterial y el colesterol malo (LDL). Esto contribuye a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, apoyando un sistema cardiovascular saludable y un menor riesgo de derrames cerebrales.

Fortalece la visión: Rico en vitamina A, vitamina C, luteína y zeaxantina, el calabacín protege la visión y previene enfermedades relacionadas con la edad, como la degeneración macular y las cataratas. Estos antioxidantes se acumulan en la retina y contribuyen a mantener una visión sana y aguda.

Ayuda a perder peso: Al ser un alimento bajo en calorías, rico en agua y fibra, el calabacín promueve la saciedad sin añadir muchas calorías. Esto ayuda a reducir el hambre y controlar el peso de forma efectiva, haciendo del calabacín un aliado ideal en dietas de adelgazamiento.

¿Cómo beneficiarse mejor?

Los calabacines son comestibles, incluida su piel y semillas. El calabacín es un alimento refrescante y calmante, por lo que resulta útil en el tratamiento de la fatiga suprarrenal o nerviosa. Fresco, no se conserva por mucho tiempo, así que asegúrate de consumirlo rápidamente.

Come su piel: Los nutrientes importantes (incluidas la luteína y la zeaxantina, beneficiosas para los ojos) se concentran en su piel.

En zumo: El agua que contiene es muy rica en minerales biodisponibles (fácilmente asimilables por el organismo). Consumir jugo de calabacín te asegura un rápido aporte de minerales.