¿Es necesario reprender a nuestros gatos cuando no hacen lo que queremos? La respuesta es no, y aquí te decimos por qué

¿Es necesario reprender a nuestros gatos cuando no hacen lo que queremos? La respuesta es no, y aquí te decimos por qué

La relación entre humanos y gatos ha sido objeto de estudio y reflexión durante décadas. Una de las cuestiones más frecuentes que surgen en este contexto es la forma en que debemos interactuar con nuestros felinos amigos cuando no se comportan como esperamos. La reprensión, como método para corregir su comportamiento, es una práctica común entre los propietarios de gatos. Sin embargo, en este artículo, vamos a desmontar este mito y demostrar que, en realidad, no es necesario reprender a nuestros gatos cuando no hacen lo que queremos. De hecho, esta práctica puede tener consecuencias negativas en la salud mental y emocional de nuestros compañeros de hogar. ¡Descubre por qué!

Convivencia con gatos: ¿cómo educarlos sin dañar el vínculo?

La convivencia con nuestros animales de compañía puede no ser siempre la deseada y la que esperamos, especialmente cuando hablamos de especies exóticas (como hurones, conejos o loros). Sin embargo, tampoco hay que pensar en mascotas muy extrañas para encontrar problemas en la convivencia, ya que es algo que hasta nos ocurre con nuestros perros y gatos.

¿Es correcto reprender a nuestros gatos cuando no hacen lo que queremos?

Regañarles es una respuesta que sale casi automáticamente, pero, ¿es correcto hacerlo? Y, lo más importante, ¿ayuda a solucionar el problema? Carlos Gutiérrez, veterinario experto en comportamiento felino y divulgador a través del canal 'Mascotas y familias felices', explica cómo actuar con nuestros gatos sin dañar el vínculo que tenemos con ellos.

El secreto para educar a nuestros gatos: entender su comportamiento natural

A Gutiérrez no le gusta hablar de regañar, él es más partidario de educar o redirigir los comportamientos del gato para que no se produzcan. Levantarles la voz o gritarles no funciona con ellos y solo puede llevar a que desconfíe de nosotros y a que siga manteniendo la conducta que queremos evitar, pero con estrés, asegura.

¿Por qué los gatos adoran tirar objetos desde mesas y estanterías?

Hay tres motivos y uno puede que provoquemos nosotros, explica Gutiérrez. Los gatos también han aprendido a comunicarse con nosotros y a conseguir lo que quieren, por lo que, además, podemos encontrarnos con otros comportamientos desarrollados a partir de la domesticación, que también pueden ser molestos (como por ejemplo, que maúllen por la noche y no nos dejen dormir).

Cambia el comportamiento de tu gato sin dañar el vínculo con él

Gutiérrez explica que hay otras herramientas que se pueden utilizar para cambiar aquellos comportamientos del gato que no nos gusten, aunque primero debemos entender de dónde viene el problema. El gato araña el sofá porque es el lugar que ha elegido para marcar con sus garras y puede ser que lo haya hecho porque no tiene otro sitio o porque donde le hemos colocado el rascador no le gusta, cuenta.

Además, el veterinario recuerda que las experiencias previas que haya vivido el gato también van a influir a la hora de cambiar ciertos comportamientos. Si lo hemos rescatado, a veces es más difícil modificar conductas porque las llevan haciendo toda su vida, comenta.

La redirección y el refuerzo positivo

El primero es la redirección. Esto suele funcionar muy bien ya que los gatos son animales bastante obsesivos y cuando se empeñan en hacer algo, quieren a toda cosa, explica. Por ejemplo, cuando cierras una puerta y se quedan maullando delante de ella porque la quieren ver abierta (no porque quieran entrar), algo que hacía mi gato, de hecho.

Otro método que Gutiérrez asegura que funciona muy bien con los gatos es el refuerzo positivo: recompensar a nuestro minino cuando hace algo bien o algo que queremos que repita. Por ejemplo, si usa bien su arenero o que esté tranquilo por las noches, ejemplifica.

Ruidos disuasorios y rutinas

Para cambiar o evitar comportamientos también son útiles y fáciles de utilizar los ruidos disuasorios, un sonido que emitimos para interrumpir una conducta, añade el experto en comportamiento felino. Puede ser una palmada fuerte, tirar algo al suelo o un no un poco más alto de lo normal.

Ignorar al gato es una de las herramientas más potentes pero requiere de mucha contención. Es una de las herramientas más potentes que tenemos a la hora de educar a nuestro gato y suele funcionar muy bien cuando queremos que deje de llamar la atención de manera insistente, pero requiere de mucha contención, asegura.