Del lujo soviético a la decadencia, así es actualmente el balneario donde Stalin disfrutaba sus vacaciones

Index

Del lujo soviético a la decadencia, así es actualmente el balneario donde Stalin disfrutaba sus vacaciones

En el corazón de la costa georgiana del Mar Negro se encuentra el balneario de Matskhvarishi, un lugar que en el pasado fue sinónimo de lujo y opulencia para la élite soviética. Fue aquí donde Iósif Stalin, el líder soviético más temido y reverenciado, disfrutaba de sus vacaciones de verano, rodeado de arquitectura monumental y jardines exuberantes. Sin embargo, con el colapso de la Unión Soviética, este paraíso soviético cayó en el olvido y la decadencia. En la actualidad, el balneario de Matskhvarishi es un reflejo de la gloria perdida de una época, un lugar donde la nostalgia y la historia se entrelazan con la ruina y el abandono.

Del lujo soviético a la decadencia: la historia de Tskaltubo, balneario favorito de Stalin

En España, cuando pensamos en empezar unas vacaciones no solemos buscar una reserva en determinados países de Europa del este, pero hay algunos que son una maravilla y que bien merecen una visita. Georgia, por ejemplo, fue una antigua república soviética que en la actualidad recibe miles de viajeros al año que se enamoran de las montañas del Cáucaso y de la serenidad del mar Negro.

Pero lo que muchos no saben es que en el interior de este país habita una ciudad única que sorprende a todo el que la descubre. Tskaltubo, una ciudad balneario ubicada al norte de la capital regional Kutaisi, es un lugar que en su momento podría imaginarse como el Marina d’Or de Georgia, pero cambiando los balnearios de agua salada del mar por grandes piscinas de aguas termales y terapéuticas.

La época de oro de Tskaltubo

La época de oro de Tskaltubo

Aunque el descubrimiento de sus aguas se remonta al siglo XVIII, no fue hasta la época soviética cuando la ciudad saltó a la fama y comenzó a recibir cientos de visitantes. Con más de veinte sanatorios, numerosos hoteles, cerca de diez casas de baños y más de 125.000 propietarios, Tskaltubo abrió sus puertas en 1950 como una ciudad-parque-balneario.

¿Pero cómo era posible que en la época soviética hubiera tanta gente con la capacidad de visitar este enclave anualmente? Muy sencillo, la ley de la URSS obligaba a todos sus trabajadores a disfrutar de unas vacaciones sanitarias, es decir, en un balneario, pagadas por el Estado para garantizar la felicidad y el buen trabajo de sus empleados.

La decadencia de un paraíso

Aunque durante años esta ciudad fue el epicentro vacacional de miles de personas, en la actualidad la localidad georgiana cuenta con menos de un millar de habitantes que viven en casas cercanas y que son los testigos directos del abandono absoluto de su hogar. Pasear por Tskaltubo implica descubrir imponentes y señoriales edificios a punto de reducirse a cenizas que tratan de asomarse entre grandes árboles y maleza.

Pero si hay algo que realmente llama la atención de los fans del urbex y de la arquitectura, es la majestuosidad de los edificios que parecen haberse detenido en el tiempo en la época en la que el mármol aún brillaba y las barandillas de las escaleras relucían.

Tskaltubo, el refugio de Stalin

Este paraíso acuático y paisajístico era el destino favorito de Stalin, quien llegó incluso a tener allí su propia dacha, como se llaman a las casas de campo rusas. Allí también se podía encontrar una sauna personal del político georgiano que contaba con sala de invitados y, por supuesto, una salida de emergencia oculta. Otra de las estancias que frecuentaba el georgiano era una sala con ventanales que daban luz a una gran bañera.

Tras la guerra y el paso del tiempo, este templo de la extravagancia y las aguas termales terminó por quedar abandonado. Ni Stalin, ni aristócratas y grandes actores disfrutan ya de un baño allí. Los únicos que se atreven a visitarlo son aquellos aventureros que sin miedo a un más que probable derrumbe continúan investigando los pasillos de sus edificios.

Tristemente, este precioso destino vacacional dejó de serlo para pasar a ser hogar de flora y fauna de la zona. Quién sabe si quizás en algún momento recuperará la esencia de lo que un día fue y podamos ver sus largos pasillos y grandes piscinas y bañeras llenas de gente disfrutando de unos días de relax en un entorno natural único.

Lucía García

Hola, soy Lucía, un apasionado escritor y experto en actualidad nacional e internacional en el periódico independiente El Noticiero. Mi dedicación por la objetividad y la rigurosidad en mis artículos me permite ofrecer a nuestros lectores las últimas novedades de manera imparcial y detallada. Mi compromiso es informar con veracidad y transparencia, para que nuestros lectores estén siempre bien informados. ¡Descubre conmigo las historias más relevantes del momento en El Noticiero!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir