El gasto en pensiones se dispara en solo 5 años: la sobrecarga sanitaria, la edad creciente o el 'boom' laboral explican la tendencia

El gasto en pensiones se dispara en solo 5 años: la sobrecarga sanitaria, la edad creciente o el 'boom' laboral explican la tendencia

En un alarmante crecimiento que ha generado preocupación entre los expertos y las autoridades, el gasto en pensiones ha experimentado un incremento significativo en solo 5 años. Según los últimos datos, esta tendencia se debe a una combinación de factores, entre los que se encuentran la sobrecarga sanitaria, el aumento de la edad promedio de la población y el 'boom' laboral experimentado en los últimos años. Estos factores han llevado a un aumento en la demanda de pensiones, lo que ha generado una gran presión sobre el sistema de seguridad social. En este artículo, analizaremos las causas y consecuencias de este aumento en el gasto en pensiones y exploraremos las posibles soluciones para garantizar la sostenibilidad del sistema.

La sobrecarga sanitaria y la edad creciente explotan el gasto en pensiones

Los tiempos de espera para consultas e intervenciones se han multiplicado en España, lo que ha llevado a un aumento significativo en el número de trabajadores que deben ausentarse de su empleo por enfermedad.

Las cifras son muy llamativas. El año pasado, la Seguridad Social abrió 8,1 millones de expedientes de incapacidad temporal (conocidas popularmente como bajas médicas), un 36% más que hace solo cinco años. Además, en 2023 el departamento que dirige la ministra Elma Saiz tuvo que abonar 14.000 millones en prestaciones por esas bajas, casi el doble que los 7.500 millones desembolsados en 2018.

La propuesta de bajas flexibles

Este es el telón de fondo que hay detrás de la última propuesta de Seguridad Social de introducir bajas flexibles que permitan una reincorporación parcial al trabajo, aunque no se haya recibido el alta plenamente. Esta propuesta será objeto de debate entre empresarios, sindicatos y el ministerio que comanda Elma Saiz el próximo lunes.

La propuesta no ha recibido buena acogida. No gusta en algunos sectores del Gobierno, ni a los socios parlamentarios nacionalistas de izquierdas ni a los sindicatos. Pero Seguridad Social la defiende e insiste en que serían voluntarias y siempre bajo estricta supervisión médica.

El problema de la incapacidad temporal

Más allá de si las bajas flexibles llegan a ver la luz alguna vez, en lo que sí coinciden todos los actores implicados es en que España tiene un problema con la incapacidad temporal. Sindicatos y empresarios lo reconocen, aunque difieran en las soluciones.

Los sindicatos están más enfocados en la prevención y son reacios a que el control de las bajas salga de la sanidad pública, mientras que los empresarios son partidarios de dar más poder a las mutuas colaboradoras.

Las causas del aumento de las incapacidades

Los motivos que subyacen a este auge en las incapacidades para trabajar son diversos. Pero la naturaleza de algunos de ellos hace pensar que hay tendencias de fondo fuertes que será difícil revertir.

Una de las variables que hay que tener en cuenta para explicar por qué hay tantos trabajadores de baja es que hay más personas con empleo que hace cinco años. Según datos de la patronal de las mutuas (AMAT), el número de personas protegidas ante incapacidades temporales creció un 10,2% entre 2018 y 2023, frente a un incremento del 36% de las incapacidades temporales iniciadas.

Otra de las sospechas es que la creciente saturación del sistema sanitario tiene un papel importante en esta tendencia. Si las citas con el especialista, las pruebas diagnósticas y las intervenciones se retrasan, es normal que también lo haga la fecha de alta.

Además, los trabajadores de España cada vez son más mayores y, en consecuencia, más proclives a enfermar. Las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2023 reflejan que uno de cada tres ocupados del país tiene 50 años o más, mientras que en 2006 apenas eran uno de cada cinco.

La endiablada demografía de España sugiere que este fenómeno irá a más a medida que la abultada generación del baby boom se vaya jubilando masivamente en las próximas dos décadas.