El sistema tributario francés se enfrenta a un cambio significativo con la posible supresión de la cláusula Dutreil, una disposición que ha permitido a las familias nobles y a ciertas instituciones religiosas evitar el pago del impuesto de sucesiones en ciertos casos. Esta medida, que ha sido objeto de polémica durante años, ha permitido a las élites francesas mantener intactas sus fortunas y patrimonios históricos. Sin embargo, con la creciente presión fiscal y la necesidad de reducir la desigualdad económica, el gobierno francés se plantea revisar esta cláusula y hacer que las familias más acomodadas paguen su parte justa de impuestos. ¿Qué implicaciones tendrá esta medida en la sociedad francesa y en la distribución de la riqueza en el país?
- La Cláusula Dutreil, un Refugio Fiscal para las Fortunas Francesas
- Francia Enfrenta la Reforma de la Cláusula Dutreil y su Impacto en la Economía
- Los Legisladores Franceses Debatan Cambios en la Cláusula Dutreil y su Futuro
- La Cláusula Dutreil, un Vector de Optimización Fiscal para las Empresas Familiares
La Cláusula Dutreil, un Refugio Fiscal para las Fortunas Francesas
La familia Molina, dueña de la empresa de fabricación de pinturas Mäder Group, enfrentó una decisión crítica cuando el padre de Julien Molina falleció repentinamente el año pasado. El peso de los impuestos de sucesión en Francia podría haber hecho que transmitir el negocio a la siguiente generación fuera prohibitivamente caro. Sin embargo, la familia pudo firmar un pacto fiscal conocido como la cláusula Dutreil, que reduce drásticamente los gravámenes estatales.
No podríamos haber asumido la empresa sin Dutreil, dijo Molina en una conferencia. Con 200 millones de euros en ventas anuales, Mäder sin duda habría sido comprada por una empresa alemana, asegura.
Francia Enfrenta la Reforma de la Cláusula Dutreil y su Impacto en la Economía
Ahora, la opción de Dutreil, que tiene más de dos décadas, está nuevamente bajo escrutinio mientras los legisladores comienzan el debate sobre el presupuesto 2025 del primer ministro Michel Barnier, que contiene recortes de gastos y aumentos de impuestos a las empresas y los ricos, que él dice son necesarios para reducir el creciente déficit.
La cámara baja del parlamento está profundamente dividida y el gobierno minoritario de Barnier es débil, por lo que podrían ocurrir cambios significativos en su plan. Aunque Barnier no incluyó inicialmente cambios en Dutreil, legisladores de todo el espectro político han presentado unas 40 enmiendas que modificarían o reformarían significativamente Dutreil.
Los Legisladores Franceses Debatan Cambios en la Cláusula Dutreil y su Futuro
Tres enmiendas ya han sido adoptadas esta semana por el comité de finanzas, un primer paso para ser incluidas en el presupuesto. Una detendría lo que su patrocinador, el diputado centrista Jean-Paul Mattei, sostiene que ha permitido que Dutreil se convierta en un vector de optimización fiscal. Otra limitaría estrictamente la aplicación de los descuentos de Dutreil a los activos necesarios para las operaciones de la empresa y no a bienes personales.
La Cláusula Dutreil, un Vector de Optimización Fiscal para las Empresas Familiares
Las reglas de Dutreil, que se remontan a dos décadas, protegen hasta el 75% del valor de las empresas que los propietarios desean legar a sus descendientes directos de los gravámenes estatales. La tasa impositiva combinada que pagarían los herederos de una empresa valorada en 100 millones de euros bajo una sucesión Dutreil sería del 10,7%, en comparación con el 44,4% sin el pacto, según un informe publicado el mes pasado por la auditoría estatal, la Cour des Comptes.
Francia alberga algunas de las mayores fortunas del mundo, incluidas aquellas que se han transmitido de generación en generación, como la de Françoise Bettencourt Meyers, heredera del gigante de cosméticos L’Oréal, con un patrimonio neto de unos 84 mil millones de dólares, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Los descendientes detrás del grupo de lujo Hermès, el clan que respalda las empresas Dassault y los herederos de Saadé, de la línea de contenedores CMA CGM SA, también están entre los ultrarricos.
Dutreil no es un vacío legal fiscal, apunta Evelyne Brugere, vicepresidenta de la Asociación Francesa del Family Office (AFFO), cuyos miembros ayudan a gestionar el capital personal de los ricos. El mecanismo reduce los impuestos de sucesión para que estén a un nivel que sea soportable para las familias y puedan conservar sus empresas. Sin el pacto Dutreil, ninguna empresa podría ser transmitida.
Dutreil puede usarse para fabricantes industriales y artesanales de propiedad familiar, negocios agrícolas y de bodegas, pero no para empresas inmobiliarias o de inversión. La familia debe comprometerse a no vender durante cuatro años después de la sucesión y al menos uno de los herederos debe ocupar un cargo de gestión.
Este marco ha generado debate este año, con partidarios que afirman que es esencial para que Francia mantenga una columna vertebral de empresas familiares, al igual que el llamado Mittelstand en Alemania. En contraste, Oxfam Francia ha calificado a Dutreil como un refugio fiscal emblemático para los superherederos.
Los legisladores franceses están divididos sobre si cambiar o cómo cambiar las reglas. La alianza de partidos de izquierda aboga por un cambio radical, incluido un límite a las herencias. Una de sus enmiendas relacionadas con Dutreil afirma que el pacto favorece la construcción de dinastías familiares a través de una estrategia de evasión fiscal en lugar de credibilidad y competencia.
En la extrema derecha, el Rassemblement National de Marine Le Pen ha dicho que expandiría y cambiaría Dutreil para que la transmisión de granjas y pequeñas empresas familiares en sectores considerados críticos sea libre de impuestos siempre que se mantengan durante una década.
En su informe, la auditoría estatal advirtió que las reglas de Dutreil pueden ser explotadas como un vacío legal fiscal. Existe la tentación de utilizar el mecanismo para la optimización fiscal, afirma Carine Camby, una de las presidentas de la auditoría, a los legisladores en una audiencia el 25 de septiembre. Duplicar el tiempo que las familias deben mantener sus empresas bajo Dutreil a ocho años y exigir garantías sobre los empleos en Francia podría ser disuasorio.
Lo que ha surgido durante el debate es que Francia depende de los ingresos fiscales de las sucesiones. La auditoría cita datos que muestran que los impuestos de sucesión del país representan el 0,74% del PIB, la proporción más alta entre 39 países europeos y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Un milagro
El año pasado, el Estado francés recaudó 16.600 millones de euros de todos los impuestos de sucesión, más del doble de los 7.000 millones de euros en 2011. La cantidad habría sido aún mayor sin las reducciones otorgadas bajo contratos de seguros, bienes inmuebles y Dutreil.
El uso de Dutreil casi se ha triplicado en la última década y beneficia especialmente a los más ricos del país, aunque el gobierno no sabe cuánto le está costando al Estado en ingresos perdidos, según la auditoría. Descartó como inexacta una estimación de entre 2.000 millones y 3.000 millones de euros del propio grupo de expertos económicos del gobierno, el Conseil d’Analyse Économique, y dijo que está trabajando en un nuevo cálculo.
Para Molina, de 31 años, ahora director ejecutivo de Mäder, y un grupo de otros herederos de negocios que hablaron en la conferencia de junio, Dutreil es clave para mantener vivas las empresas francesas y bajo propiedad francesa. Patrick Martin, jefe del grupo empresarial Medef, dijo que él también utilizó Dutreil para transmitir la empresa familiar de 195 años, Martin Belaysoud, a la octava generación.
Es un milagro que los legisladores aún no se hayan centrado en el pacto Dutreil. Ahora hay amenazas, dice Molina.
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