- El Ejecutivo obtiene autorización para incrementar gasto en su plan económico, superando los límites establecidos por la Unión Europea para financiar política migratoria y reforma de la seguridad social.
- El plan fiscal estructural del Gobierno español desafía límites de la UE
- Diferencias en el gasto público
- Motivos de la discrepancia
- Conclusión
En un movimiento que puede tener un impacto significativo en la economía del país, el Ejecutivo ha obtenido la autorización necesaria para incrementar el gasto en su plan económico, lo que permitirá superar los límites establecidos por la Unión Europea. Este aumento en el gasto público se destinará a financiar la política migratoria y la reforma de la seguridad social, dos áreas que han sido prioritarias para el gobierno en los últimos tiempos. Esta decisión ha generado expectación y debate en el ámbito político y económico, y se espera que tenga un impacto positivo en la economía del país.
Ejecutivo obtiene autorización para incrementar gasto en política migratoria y seguridad social
El plan fiscal estructural del Gobierno español desafía límites de la UE
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, presentó un plan fiscal estructural que incluye una limitación en el gasto público algo más generosa que la que Bruselas estima que correspondería a España. Según los cálculos del Ministerio de Economía, el desembolso público podría aumentar en un 3% de media entre 2025 y 2031, mientras que las proyecciones de la Comisión Europea reducen esa cifra al 2,8%.
La diferencia de dos décimas puede parecer poco, pero se traduce en miles de millones de euros. El análisis de la Comisión establece límites más férreos al gasto durante los primeros años del plan en comparación con lo que propone el Gobierno. La senda de Bruselas es más homogénea, mientras que el Ejecutivo deja más margen de gasto los primeros años y es más estricto en el tramo final.
Diferencias en el gasto público
El plan del Gobierno permite aumentar el gasto público un 3,7% en 2025 (cinco décimas más que la previsión de la UE); un 3,5% en 2026 (siete décimas más); un 3,2% en 2027 (cinco décimas más); un 3% en 2028 y 2029 (tres décimas más); un 2,5% en 2030 (una décima menos) y un 2,6% en 2031 (otra décima menos). Las discrepancias más llamativas se dan en los tres primeros años del plan.
Es importante recordar que el Gobierno que esté en el poder en 2029 deberá presentar un nuevo plan, en el que puede incluir una nueva senda de ajuste. En el Ministerio de Economía arguyen que el ajuste fiscal que propone el Gobierno es igual todos los años. Lo que cambia es la previsión de crecimiento económico, que en el caso de España es más optimista y en el de la UE, más pesimista.
Motivos de la discrepancia
Los motivos por los que el Gobierno ha elevado el margen de gasto respecto a lo que calcula la Comisión son dos y de carácter marcadamente técnico. En primer lugar, los expertos del Ministerio de Economía creen que las proyecciones de población que maneja la UE están obsoletas. El Gobierno arguye que las últimas proyecciones de población publicadas por Eurostat prevén unos flujos migratorios significativamente más grandes que los que maneja la Comisión para los próximos siete años.
La segunda discrepancia es más compleja y tiene que ver con el gasto ligado al envejecimiento. El Gobierno reprocha a Bruselas que no haya tenido en cuenta a la hora de calcular los límites de gasto las medidas para potenciar los ingresos que se han incluido en la segunda parte de la reforma de las pensiones. El Ejecutivo arguye que la metodología de Bruselas no especifica si se puede descontar del gasto en envejecimiento el impacto de estas medidas.
Conclusión
Las diferencias entre lo que propone un Estado miembro en su plan de ajuste y la estimación de la Unión Europea forman parte de la negociación con Bruselas para alcanzar un punto común y están permitidas por la normativa fiscal. La última palabra sobre el plan estructural la tiene Bruselas, que se pronunciará, previsiblemente, a finales de noviembre.
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