El visionario emprendedor Elon Musk ha logrado nuevamente sorprender al mundo con un avance tecnológico revolucionario. Su empresa SpaceX ha anunciado que la nave espacial Dragon ya cuenta con la capacidad de aterrizar en emergencia, lo que supone un gran salto en la seguridad y la confiabilidad de los vuelos espaciales. Esta innovación es un paso más hacia la colonización del espacio, objetivo que Musk ha perseguido desde hace años. La capacidad de aterrizar en emergencia es crucial en caso de fallas en el sistema o condiciones climáticas adversas, y SpaceX ha demostrado una vez más su liderazgo en la industria aeroespacial.
La nave espacial Dragon, desarrollada por SpaceX, ha alcanzado un nuevo hito en su capacidad de respuesta en caso de emergencia. Gracias a los avances tecnológicos de la empresa, la nave espacial puede ahora aterrizar de forma propulsiva utilizando sus ocho propulsores SuperDraco.
Anteriormente, la nave Dragon amerizaba en el océano al regresar a la Tierra, pero con esta nueva capacidad, puede evitar los aterrizajes bruscos o los posibles peligros inminentes. El sistema de aborto de lanzamiento SuperDraco se activa en caso de que los paracaídas no se desplieguen, permitiendo que la nave aterrice en una superficie sólida.
Desarrollo del sistema de aterrizaje de Dragon
Durante el desarrollo de la nave espacial Dragon, SpaceX comercializó la capacidad de aterrizar utilizando sus ocho motores SuperDraco, que reducen la velocidad de la nave durante su descenso hasta que la velocidad llega a cero —momento en el que las patas se extienden para que la cápsula pueda tocar tierra en la plataforma—.
Sin embargo, meses después de que la NASA le otorgara a SpaceX su contrato para el Programa de Tripulación Comercial, la compañía aeroespacial de Elon Musk anunció que su nave espacial Dragon utilizaría un paracaídas para realizar amerizajes sobre los océanos. Según la NASA, la agencia espacial estadounidense se siente más cómoda confiando en el sistema de aterrizaje con paracaídas.
Ventajas del aterrizaje en tierra
El aterrizaje en una plataforma de hormigón en tierra tiene muchas ventajas frente al amerizaje en el océano, en particular en lo que respecta a la reutilización y renovación a largo plazo de las cápsulas Dragon. Al aterrizar en el océano, el agua salada puede corroer el cuerpo de aluminio y las uniones de fibra de carbono con las que está construida la nave Dragon.
Por otro lado, sacar a los astronautas de una cápsula es un proceso largo, especialmente cuando han estado expuestos a la microgravedad durante largos períodos de tiempo. El movimiento de las olas del océano y el proceso de recuperar la nave del agua ha demostrado ser bastante largo, y el aterrizaje en una plataforma sólida en tierra permite que la tripulación 'salga más rápido'.
La capacidad de aterrizaje en tierra es un paso importante hacia la reutilización y renovación de las cápsulas Dragon, lo que permitirá a SpaceX ahorrar tiempo y recursos en futuras misiones espaciales.
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