En un giro inesperado en la investigación sobre la trágica muerte de los agentes en Barbate, la Universidad de Cádiz ha descartado que los detenidos después del incidente fueran los responsables del ataque mortal. En lugar de eso, las autoridades están siguiendo una nueva pista que apunta a una segunda persona como posible autor intelectual del crimen. Según las investigaciones, esta persona habría manifestado el deseo de quitarles la vida a los agentes caídos en acción, lo que sugiere un posible móvil para el ataque. Esta nueva información ha generado un gran interés en la comunidad y ha abierto una nueva línea de investigación en este caso.
La UCO rectifica y descarta la autoría de los detenidos en el ataque a la patrullera de la Guardia Civil en Barbate
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha rectificado su versión sobre el ataque mortal a la patrullera de la Guardia Civil en el puerto de Barbate (Cádiz) el 9 de febrero, y ahora descarta la participación de los seis detenidos, entre ellos Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, como autores del ataque.
Según el informe de la UCO y la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz, la narcolancha que embistió a la patrullera tenía la intención clara e inequívoca de causar un grave daño o quitarles la vida a los agentes, ya que no consta que portaran nada ilegal que tuvieran que defender.
El informe destaca que la narcolancha cuatrimotora que atacó a la patrullera no portaba droga, ni petacas de gasolina, ni migrantes, a diferencia de otras ocasiones en las que los narcos protegen la carga huyendo de las fuerzas de seguridad.
Un análisis exhaustivo de las grabaciones
El equipo conjunto de la UCO y la Comandancia gaditana analizó exhaustivamente las grabaciones de la cámara que portaba uno de los agentes asesinados, así como las del circuito cerrado de televisión del puerto y otras conseguidas en fuentes abiertas.
De este análisis se desprende que la narcolancha que atacó a la patrullera oficial tenía cuatro motores y una antena, mientras que la que fue intervenida también era cuatrimotor pero tenía dos antenas.
Los investigadores creen que los narcos se aprovecharon de una situación de desvalimiento de los agentes atacados, quienes a pesar de realizar disparos al aire no pudieron evitar el atentado.
Los detenidos siempre negaron su participación en el ataque y ahora la UCO confirma que la lancha que fue intervenida no fue la que impactó contra la patrullera y acabó con la vida de los agentes David Pérez y Miguel Ángel González.
El informe de la Guardia Civil reconoce que las imágenes analizadas no ofrecen detalle suficiente para poder identificar ni a las personas, ni a la marca de las embarcaciones, pero sí permite advertir todos los movimientos de una de ellas -la sospechosa- sin perderla de vista en ningún momento gracias a la superposición de las imágenes.
La Guardia Civil ha podido reconstruir todos los momentos inmediatamente anteriores, posteriores y simultáneos a las embestidas y por tanto individualizar la narcolancha responsable.
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