La libertad de expresión y la identidad sexual son derechos fundamentales que deberían ser respetados en cualquier comunidad. Sin embargo, la intolerancia y la discriminación hacia las personas LGBTQ+ siguen siendo una realidad en muchas partes del mundo. Uno de los casos más impactantes es el de aquellos que son expulsados de los Testigos de Jehová debido a su orientación sexual. En este sentido, la historia de una joven de 19 años es un ejemplo conmovedor de cómo la intolerancia religiosa puede llevar a la marginación y el aislamiento. Descubierta como bisexual, fue obligada a abandonar su fe y alejarse de la comunidad que siempre había conocido. A continuación, compartiremos su historia y reflexionaremos sobre la importancia de la aceptación y el respeto hacia la diversidad sexual.
- Expulsados de Jehová: La dura realidad de aquellos que se descubrieron homosexuales o bisexuales
- Historias de expulsión y ostracismo
- La sede nacional de los Testigos de Jehová ha calificado de escandalosas e infundadas las acusaciones de la AEVTJ. No hay nada único ni extraordinario en el hecho de que los Testigos de Jehová tengan un proceso religioso para expulsar a los adeptos que no se arrepienten de haber cometido un pecado grave, afirman. Además, han negado las acusaciones de animar a las familias miembros a desligarse de sus familiares: Enseñamos la admonición bíblica de limitar o cesar la asociación con individuos que han sido expulsados. Cada creyente decidirá cómo aplicar este mandato bíblico. El drama de la expulsión
Expulsados de Jehová: La dura realidad de aquellos que se descubrieron homosexuales o bisexuales
En nuestro país, donde hay más de 120.000 Testigos de Jehová, una religión de gran arraigo, se está cuestionando la forma en que se tratan a aquellos que han sido expulsados de la organización o han decidido salir voluntariamente.
Estas personas se consideran víctimas y, por ello, se han organizado como la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová (AEVTJ). Incluso, una jueza ha reconocido que son víctimas de esta organización religiosa.
Historias de expulsión y ostracismo
Lydia, de apenas 20 años, hija de un 'anciano', el equivalente al sacerdote de la Iglesia católica, debía predicar durante 70 horas al mes o de puerta en puerta. Sin embargo, su vida cambió cuando se descubrió que había estado con un chico. Salí. Me tendrían que haber expulsado, pero no me presenté al Comité judicial. Te hacen todas las preguntas que pueden sobre el pecado que has cometido y deciden si te perdonan, con consecuencias, o te expulsan, explica Lydia, quien ahora no tiene contacto con sus padres ni con sus hermanos.
Por su parte, Natán tuvo que someterse a un Comité Judicial con solo 19 años para explicarles su condición de bisexual. Luego, la decisión se publica en una reunión. En la AEVTJ hay casos en los que se ha creído más en estos sistemas parajudiciales religiosos que en la propia Justicia y no se han denunciado abusos sexuales, denuncia.
La sede nacional de los Testigos de Jehová ha calificado de escandalosas e infundadas las acusaciones de la AEVTJ. No hay nada único ni extraordinario en el hecho de que los Testigos de Jehová tengan un proceso religioso para expulsar a los adeptos que no se arrepienten de haber cometido un pecado grave, afirman.
Además, han negado las acusaciones de animar a las familias miembros a desligarse de sus familiares: Enseñamos la admonición bíblica de limitar o cesar la asociación con individuos que han sido expulsados. Cada creyente decidirá cómo aplicar este mandato bíblico.
El drama de la expulsión
Samuel, exanciano de una congregación, también fue expulsado de los Testigos de Jehová: Cuando sales, te expones al total rechazo social y familiar. Dejan de hablarte de un día para otro. También Lary, con tres hijos y seis nietos dentro de la organización religiosa, ha explicado: Lo primero que me dijo el anciano cuando escribí la carta de renuncia fue que nadie me iba a volver a hablar. Me siento totalmente una víctima.
Estas historias son solo algunos ejemplos de la dura realidad que enfrentan aquellos que son expulsados de la organización religiosa. La soledad, el ostracismo y la pérdida de la familia y amigos son solo algunas de las consecuencias que deben enfrentar.
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