En un incidente que ha generado gran conmoción en la región, se han reportado 79 mujeres envenenadas en una escuela de Afganistán, según informes no confirmados. Sin embargo, las autoridades talibanes han negado categóricamente cualquier informe de intoxicación en la institución educativa. La noticia ha generado gran alarma en la comunidad internacional, ya que Afganistán ha sido testigo de numerous incidentes de violencia contra las mujeres en los últimos años. El incidente ha sido rodeado de misterio, y las autoridades locales están investigando el caso para determinar la verdad detrás de estos informes. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue con atención el desarrollo de esta situación.
Talibanes niegan envenenamientos en escuela afgana, pero autoridades confirman muerte de alumnas y maestras
Las autoridades afganas han confirmado este viernes el envenenamiento de 64 alumnas y 15 maestras de una escuela en el centro de Afganistán, víctimas de una sustancia no identificada, tras lo que fueron trasladadas al hospital donde tres de ellas permanecen en estado crítico.
El envenenamiento de las mujeres tuvo lugar este jueves en una escuela del distrito de Kiti, en la provincia de Daikondi, según ha confirmado a Efe el director de Información y Cultura provincial del Gobierno de los talibanes, Mustafa Saleh.
Es importante destacar que este incidente ocurre en un momento en el que la educación secundaria y universitaria femenina está vetada en Afganistán. Esta prohibición ha generado gran controversia y ha sido objeto de críticas internacionales.
Por otro lado, los talibanes han negado cualquier responsabilidad en el incidente, lo que ha generado una gran incertidumbre y confusión en la región.
La situación es especialmente preocupante debido a que el acceso a la educación es fundamental para el desarrollo económico y social de cualquier sociedad. La prohibición de la educación femenina es un obstáculo importante para el progreso de la región.
Esperamos que se realicen investigaciones exhaustivas para determinar las causas del envenenamiento y que se tomen medidas para garantizar la seguridad de las estudiantes y las maestras en Afganistán.
La comunidad internacional debe unirse para condenar este tipo de incidentes y exigir que se respeten los derechos humanos, especialmente el derecho a la educación.
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