En un escenario económico cada vez más incierto, Wall Street suena la alarma sobre una posible crisis financiera que podría afectar a la economía global. La inteligencia artificial, considerada una de las tecnologías más prometedoras de la actualidad, puede estar creando una burbuja financiera que podría estallar en cualquier momento. Los inversores y analistas más destacados de Wall Street advierten que la rápida apropiación de esta tecnología y la creciente especulación en torno a ella están generando una burbuja especulativa que podría tener consecuencias devastadoras en los mercados financieros. ¿Estamos ante una nueva crisis financiera?
- La IA, un nuevo campo de batalla financiera: ¿La próxima burbuja económica?
- Un ejemplo de burbuja: Cisco en la era de las puntocom
- La IA, un megatendido pero ¿a qué precio?
- Una burbuja dentro de una burbuja
- Valoraciones altas, pero no es lo mismo
- La IA, un sueño o una realidad financiera: ¿La nueva burbuja en Wall Street?
La IA, un nuevo campo de batalla financiera: ¿La próxima burbuja económica?
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando los mercados financieros y generando un gran entusiasmo entre los inversores. Las empresas relacionadas con la IA son líderes en la bolsa y han impulsado el rally del S&P 500, que ha aumentado más del 12% en lo que va de año.
Sin embargo, algunos analistas comienzan a cuestionarse si el entusiasmo por la IA ha ido demasiado lejos. La mención a la IA en las presentaciones de resultados ha aumentado un 41% en poco más de un año y medio, lo que ha llevado a algunos a comparar la situación con la burbuja de las puntocom de finales de los 90.
Un ejemplo de burbuja: Cisco en la era de las puntocom
En los años 90, Cisco se convirtió en la empresa líder en infraestructuras informáticas, y su precio de las acciones se disparó un 450% en dos años. Sin embargo, el crecimiento de los beneficios no se materializó tan rápido como se anticipaba, y un año después de que su valoración alcanzara el pico, esta había disminuido un 70%.
La IA, un megatendido pero ¿a qué precio?
Ben Rogoff, gestor de Polar Capital Technology Trust, ve similitudes entre la situación actual y la de finales de siglo XX y principios de XXI. La hipótesis es que esto es igual que el período de las puntocom y me preocupa porque me pagan por preocuparme, comenta.
Jérémy Grantham, inversor conocido por predecir la caída de las puntocom en 2000 y la crisis financiera del 2008, también considera que la IA es una burbuja que podría empezar a soltar aire a no muy tardar.
Una burbuja dentro de una burbuja
Las grandes rentabilidades de las acciones de los gigantes tecnológicos, en particular del fabricante de Nvidia, han impulsado a los tres principales índices a máximos históricos. Sin embargo, Grantham no se lo cree. Las perspectivas a largo plazo del mercado estadounidense parecen tan malas como en cualquier otro momento de la historia, escribe.
Valoraciones altas, pero no es lo mismo
Un reciente informe de AllianceBernstein, gestora estadounidense, desvela cómo el clima actual podría no tener tantas similitudes directas con lo que sucedió hace 25 años, aunque avisa de que las valoraciones sí que son exigentes.
El ingente gasto para incrementar de forma masiva la capacidad de computación despierta preocupación por la posibilidad de que se repita un estallido como el de finales de la década de los 90 y principios de este siglo, cuando los precios inflados de las acciones tecnológicas terminaron por hundirse.
La IA, un sueño o una realidad financiera: ¿La nueva burbuja en Wall Street?
Aunque algunos sostienen que la construcción de servidores para la IA tiene su origen en la época de las puntocom, los expertos de AllianceBernstein creen que las similitudes acaban ahí. A diferencia de muchas empresas de la era de las puntocom, las compañías de gran capitalización que están detrás de la construcción de la infraestructura para la nube ya son rentables… Estos activos están generando ingresos sustanciales, desde software de aplicaciones e infraestructura de la nube, hasta publicidad en redes sociales, aseguran.
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