En un contexto económico complejo, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés estables, alejándose de la esperada baja. Esta decisión se debe a la conjunción de varios factores positivos en la economía europea. Por un lado, el paro ha alcanzado mínimos históricos, lo que indica una creciente estabilidad laboral. Por otro lado, el PIB (Producto Interior Bruto) ha demostrado ser resistente, lo que sugiere una economía en crecimiento. Sin embargo, la inflación 'pegajosa', que se mantiene en niveles superiores a la meta del 2% del BCE, actúa como un freno para cualquier movimiento de reducción de tipos.
El Banco Central Europeo anuncia su primera rebaja de tipos de interés desde julio de 2022
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, anunciará este jueves la primera rebaja de los tipos de interés desde que en julio de 2022 inició una acometida sin precedentes para controlar la inflación. Diez subidas consecutivas de sus tasas de referencia y casi dos años después, varios miembros de su Consejo de Gobierno han apuntado a un recorte de 0,25 puntos que dejará el precio del dinero en el 4,25%.
La economía de la Eurozona resiste
El PIB de la Eurozona avanzó un 0,3% de enero a marzo, según Eurostat, un crecimiento débil pero que permitió al área dejar atrás la recesión tras dos trimestres consecutivos de caídas. La actividad industrial, sin embargo, no termina de levantar cabeza, como reflejan los índices de gestores de compra (PMI, por sus siglas en inglés).
Un mercado laboral a prueba de crisis
El escaso crecimiento, que el crédito esté más caro o la incertidumbre geopolítica no han impedido que el empleo siga tirando en la región. La tasa de paro marcó un nuevo mínimo histórico en la Eurozona en abril al reducirse una décima hasta el 6,4% y el número total de desempleados cayó por primera vez de los 11 millones.
Salarios en alza y inflación persistente
Los salarios en la Eurozona aumentaron de media un 4,7% en el primer trimestre desde el 4,5% de finales de 2023, cuando las expectativas de la mayoría de analistas apuntaban a que se moderarían. Al mismo tiempo, la inflación escaló dos décimas en tasa interanual en el conjunto de la región hasta situarse en mayo en el 2,6%, aupada por las subidas de precios de la energía y de los servicios.
El camino por delante
Los expertos dan por hecho que la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, reiterará que las decisiones monetarias van a seguir dependiendo de los datos, y esto permitirá flexibilizar la orientación de la política monetaria en los próximos meses. El BCE publicará, además, sus nuevas proyecciones económicas.
La mayoría de los analistas esperan que el crecimiento del PIB se revise al alza en 2024, del 0,6% al 0,8%, manteniéndose prácticamente sin cambios a lo largo de los dos años siguientes, con un 1,5% en 2025 y un 1,6% en 2026.
Otros analistas incluyen otro factor que puede marcar los próximos movimientos del BCE. El ritmo de los recortes dependerá de Estados Unidos y de lo que haga la Reserva Federal.
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