La retirada de la imagen de San Fermín de la cuesta de Santo Domingo: ¿qué motivaciones han llevado a esta decisión?

La retirada de la imagen de San Fermín de la cuesta de Santo Domingo: ¿qué motivaciones han llevado a esta decisión?

La reciente noticia sobre la retirada de la imagen de San Fermín de la cuesta de Santo Domingo en Pamplona ha generado un gran revuelo en la comunidad navarra y entre los devotos del santo. Esta decisión, tomada por las autoridades locales, ha suscitado un intenso debate sobre las motivaciones que han llevado a esta medida. ¿Qué razones han llevado a la eliminación de la imagen del santo que ha sido protector de la ciudad durante siglos?

La retirada de la imagen de San Fermín: ¿qué motivaciones llevan a esta decisión?

La imagen de San Fermín, ubicada en la cuesta de Santo Domingo, en el centro de la ciudad de Pamplona, es una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad. Sin embargo, antes del inicio de las celebraciones de los Sanfermines, la estatuilla es retirada por operarios municipales junto con la puerta de cristal que la protege. Pero, ¿por qué se toma esta decisión?

Una réplica para el público, un original para los peñistas

En realidad, la imagen que se ve en la hornacina es una réplica de la original, que permanece guardada durante todo el año y se coloca en su lugar al inicio de cada encierro sanferminero. La imagen auténtica, que preside el primer tramo del encierro desde el año 1978, es propiedad de las peñas de la ciudad y se conserva en un domicilio particular durante el resto del año.

La tradición detrás de la imagen de San Fermín

La tradición de colocar la imagen del santo comenzó en 1970, en un ventanal del ya desaparecido Hospital Militar y donde se ubica actualmente el departamento de Educación. En los Sanfermines de septiembre de 1978, se cambió la imagen por la que ahora se instala y en 1981 el Ayuntamiento de Pamplona habilitó la hornacina en el lienzo de la muralla para su instalación.

La preparación para los Sanfermines

Todas las mañanas del 7 al 14 de julio, la figura original se traslada a la hornacina, donde los mozos entonan tres cánticos en castellano y en euskera a las 7.55 horas, a las 7.57 horas y las 7.59 horas. Además de la imagen, durante las fiestas se colocan candelabros, velas, un panel con el escudo de las peñas, la traducción al euskera del cántico de los mozos y flores.

La vuelta a la normalidad

Al acabar las fiestas, el sábado 15 de julio, se volverá a montar la puerta de la hornacina y se colocará la imagen del santo que preside la calle durante el resto del año.

Fuente: Ayuntamiento de Pamplona