Gonzalo Bernardos advierte sobre la posible demora en la jubilación: No resulta rentable para los empleadores
El experto en seguridad social, Gonzalo Bernardos, ha lanzado una advertencia sobre la posible demora en la jubilación de los trabajadores, situación que podría generar consecuencias negativas para los empleadores. Según Bernardos, la reformulación del sistema de pensiones y la creciente expectativa de vida están propiciando un escenario en el que los empleadores podrían enfrentar una carga financiera insostenible para mantener a los trabajadores en edad de jubilación en sus puestos. El especialista destaca que esta situación no resulta rentable para los empleadores, ya que se verían obligados a soportar el peso de la mayor longevidad de sus empleados.
Gonzalo Bernardos alerta: jubilación demorada no es rentable para los empleados
El economista Gonzalo Bernardos ha reflexionado sobre la jubilación demorada en España, y ha llegado a la conclusión de que no es rentable para los empleados. Según Bernardos, la mayoría de la población no se plantea continuar trabajando después de los 65 años, a pesar de que existen beneficios económicos asociados a esta opción.
La jubilación demorada, una opción voluntaria
La jubilación demorada es una opción voluntaria que tienen los trabajadores por cuenta propia y ajena de ampliar su actividad laboral más allá de la edad oficial de jubilación, que en España es de 65 años. De esta forma, aquellos que deciden continuar trabajando podrán seguir cotizando a la Seguridad Social, a cambio de ventajas que se aplicarán cuando finalmente se decida cesar la actividad laboral.
Beneficios económicos limitados
Entre los beneficios económicos que conlleva la jubilación demorada se encuentran un aumento porcentual de la pensión por cada año cotizado adicional en un 4% o una cantidad fija por año cotizado a recibir una vez el trabajador decida cesar su actividad laboral, que puede ir desde los 5.000 a los 12.000 euros. Sin embargo, Bernardos afirma que para que sea rentable, el trabajador tendría que vivir 25 años más desde que se jubiló, lo que no es realista para la mayoría de la población.
La mayoría de la población no se lo plantea
A pesar de los posibles beneficios económicos, la mayoría de la población no se plantea continuar trabajando después de los 65 años. Según Bernardos, la inmensa mayoría de la población que tiene más de 60 años e incluso los que se acercan a esa edad, están locos por jubilarse. La razón principal es que los empleados no ven un beneficio en continuar trabajando, ya que no les sale a cuenta.
La Seguridad Social se beneficia, no los empleados
Para Bernardos, la única razón por la que se discute la prorrogación de la edad de jubilación es que a la Seguridad Social le salga a cuenta. A un trabajador que decida continuar con su vida laboral, no le saldría rentable, por lo que el que se vería beneficiado en este supuesto sería la Seguridad Social.
La solución según Bernardos
La solución a esta situación, según Bernardos, sería que lo que se ha de pagar a los jubilados, ha de ser menor de lo que se va a ahorrar. De esta forma, se podrían establecer incentivos reales para que los empleados continúen trabajando después de los 65 años, lo que beneficiaría a ambos, a los empleados y a la Seguridad Social.
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