- Montero coloca todo en manos del gobierno de Illa en Cataluña para aprobar los Presupuestos
- Montero confía en aprobar Presupuestos en tiempo y forma sin turbulencia política en Cataluña
- Diálogo con los grupos y prioridades para 2025
- Contención del gasto y nuevas reglas fiscales
- Ajuste fiscal a cuatro años
Montero coloca todo en manos del gobierno de Illa en Cataluña para aprobar los Presupuestos
En un giro inesperado en la crisis política que vive Cataluña, el líder del Partido Popular (PP) en la región, Alejandro Fernández Montero, ha decidido depositar toda su confianza en el gobierno de Salvador Illa para aprobar los Presupuestos del próximo año. Esta decisión supone un vuelco total en la estrategia del PP, que hasta ahora se había mostrado renuente a apoyar cualquier iniciativa del gobierno catalán. Ahora, la responsabilidad recae en el Ejecutivo catalán, que deberá demostrar su capacidad para lograr un acuerdo que satisfaga a todas las partes involucradas.
Montero confía en aprobar Presupuestos en tiempo y forma sin turbulencia política en Cataluña
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que el Gobierno está en condiciones técnicas y políticas de presentar los Presupuestos en tiempo y forma, siempre y cuando se siga dialogando con los grupos. Durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero se ha mostrado confiada en que podrá sacar adelante las cuentas públicas de 2025 y ha descartado la posibilidad de una nueva convocatoria electoral en Cataluña que pueda afectar el principal proyecto económico del Ejecutivo.
En plenas negociaciones de los socialistas catalanes con ERC para lograr su apoyo a un gobierno de Illa, Montero ha incidido en que no prevé ninguna turbulencia política en el horizonte y considera poco probable una repetición de los comicios catalanes que dé al traste con las cuentas de 2025, como ya sucedió con las de 2024.
Diálogo con los grupos y prioridades para 2025
La ministra de Hacienda ha destacado la importancia de seguir dialogando con los grupos para incorporar sus prioridades y exigencias en las cuentas públicas de 2025. Siempre es mejor tener Presupuestos, ha asegurado Montero, quien considera que la aprobación de los mismos es fundamental para garantizar la estabilidad de la presente legislatura.
En el ministerio que encabeza, se encuentran en plena vorágine y mantendrán el ritmo actual de trabajo hasta llevar los Presupuestos Generales del Estado al Congreso de los Diputados después del verano, de forma que puedan estar aprobados en tiempo y forma y entrar en vigor el 1 de enero. Este trabajo interno incluye las conversaciones con el resto de ministerios para conocer de primera mano cuáles son sus prioridades de gasto de cara a 2025.
Contención del gasto y nuevas reglas fiscales
El Ejecutivo ha aprobado un techo de gasto récord de 195.353 millones de euros sin contar con los fondos europeos, lo que supone un alza del 3,2% en relación al de 2024. La clave de la contención está en la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales, que obligan a España y al resto de socios a presentar un plan de ajuste fiscal a medio plazo antes del próximo 20 de septiembre.
En este plan, el Gobierno deberá detallar cuáles son sus objetivos de gasto y las inversiones y reformas estructurales que prevé aprobar. De momento, Hacienda se ha comprometido a reducir el déficit público desde el 2,5% del PIB en 2025 al 2,1% en 2026 y al 1,8% en 2027, y a rebajar la deuda del conjunto de las administraciones por debajo del 100% al final del horizonte de proyección.
Ajuste fiscal a cuatro años
Las autoridades comunitarias dan por hecho que el país cerrará este año con un desequilibrio entre sus ingresos y sus gastos equivalente al 3% de su PIB, lo que le ha permitido evitar el brazo sancionador con la apertura de un procedimiento de déficit excesivo. España se plantea un ajuste a cuatro años a realizar en 3, con arreglo a las nuevas reglas fiscales.
Fuentes del Ministerio de Hacienda inciden en que Bruselas pondrá el acento en el ajuste a cuatro años y en que, pese a poder contar con más margen, España centrará todo su esfuerzo de consolidación en los próximos tres ejercicios gracias al impulso 'extra' que seguirá dando la economía y a su previsible traslación a los ingresos.
El Ejecutivo contempla que la recaudación tributaria crezca al 6,5% el año que viene, a un buen ritmo aunque inferior al avance de dos dígitos que vinieron registrando los ingresos por impuestos los últimos ejercicios.
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