En un nuevo estudio que revoluciona las recomendaciones sobre el consumo diario de frutas, un equipo de científicos ha descubierto que únicamente 2-3 porciones al día pueden ser suficientes para reducir significativamente el colesterol en la sangre. Esta sorprendente conclusión contradice las recomendaciones actuales, que sugieren un consumo diario de 5 o más porciones de frutas y verduras para mantener una buena salud. Los nuevos hallazgos científicos han sido publicados en una prestigiosa revista médica y han generado un gran interés en la comunidad científica y entre los expertos en nutrición. En este artículo, exploraremos las implicaciones de esta investigación y cómo puede afectar nuestra forma de entender el papel de las frutas en nuestra dieta.
Frutas al rescate: porciones al día pueden ser suficientes para reducir el colesterol
Una dieta equilibrada puede proporcionarnos todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita, si además es variada podremos disfrutar de ella sin aburrirnos, mientras colaboramos para mejorar nuestra salud. Una buena dieta tiene que contener hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables, tal y como sucede con la dieta Mediterránea, que es mucho menos seguida en España de lo que debería.
Hasta ahora, siempre habíamos escuchado que la ración diaria de frutas y verduras recomendada era de cinco piezas, unos 400 gramos, según recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, en el caso concreto de que lo que busquemos sea bajar el colesterol, parece que hay una técnica más concreta y con mejores resultados, según recoge un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition: tomar dos manzanas al día.
Dos manzanas: la ración de fruta diaria para bajar el colesterol
Comer dos manzanas al día puede ayudar a bajar el colesterol. Hay un dicho inglés que señala que ‘una manzana al día te mantiene alejado del médico’ que, si bien en español le falta un poco de ritmo, en inglés es una rima pegadiza y, tal y como han comprobado estos investigadores, más cierta de lo que parece. Tomar dos manzanas diarias ha sido relacionado, gracias al estudio señalado, con una mejora en la salud cardiovascular y una bajada del colesterol.
Este efecto sobre los niveles de colesterol se produce gracias a la pectina que contiene, una fibra soluble que evita que el colesterol se acumule en las paredes de las arterias, lo que también reduce el riesgo de enfermedades cardiacas. Sus polifenoles reducen el conocido como colesterol ‘malo’.
La mejor dieta para reducir el colesterol alto, según la Fundación Española del Corazón
Además de los beneficios que pueden tener frente a la hipercolesterolemia, las manzanas son consideradas una fruta muy completa gracias a los muchos beneficios que tienen para la salud. Aporta vitaminas B1 y B6, que mejoran la memoria; contiene hierro, que ayuda a fortalecer cabello y uñas; tiene vitamina C, que refuerza el sistema inmune, refuerza las paredes de los vasos sanguíneos y ayuda en la cicatrización de las heridas; es fuente de calcio y fósforo, aumenta la capacidad muscular y regula el tránsito intestinal.
Los resultados del estudio son prometedores, pero no son concluyentes, pues tal y como han señalado los investigadores todavía es necesario continuar indagando en el tema, motivo por el que no recomiendan abandonar la medicación que se emplea en tratar esta dolencia y cambiarlo por este sistema, algo que nunca se debería hacer sin contar con aprobación médica.
Colesterol: qué comer (y qué no) para bajarlo
Lo mejor para reducir los niveles de colesterol es hacer algunos cambios en la alimentación, como evitar los alimentos que lo contienen, como el hígado y otras vísceras, la yema de huevo, camarones y productos lácteos de leche entera. También conviene aumentar la ingesta de fibra soluble, como la que encontramos en cereales de grano entero y legumbres, también frutas y verduras, y pescados ricos en ácidos grasos omega-3. Se suele recomendar reducir la cantidad de sal que añadimos en las comidas, así como la cantidad de alcohol que se consume, algo que siempre hay que hacer con moderación y, en algunos casos, incluso eliminar por completo de nuestra dieta.
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