Tres ejercicios que puedes hacer en la piscina para quemar grasa de forma eficaz

Tres ejercicios que puedes hacer en la piscina para quemar grasa de forma eficaz

El ejercicio en el agua es una excelente forma de quemar grasa y mejorar la condición física, ya que el agua proporciona una resistencia natural que ayuda a trabajar músculos y quemar calorías de manera efectiva. Además, el entrenamiento acuático es una excelente opción para aquellos que buscan una alternativa low-impact para reducir el estrés en las articulaciones. En este sentido, la piscina se convierte en un espacio ideal para realizar ejercicios que queman grasa de forma eficaz, sin necesidad de utilizar máquinas o equipos costosos. A continuación, te presentamos tres ejercicios que puedes hacer en la piscina para quemar grasa y mejorar tu condición física.

Ejercicios refrescantes en la piscina para quemar grasa y mantenerse en forma

Con la llegada del calor, buscar métodos para refrescarnos es lo más habitual, sobre todo en España, donde las temperaturas suelen ser elevadas y evitar las horas de máxima exposición solar se convierte en indispensable para evitar problemas, como golpes de calor. Una buena hidratación, alimentos refrescantes… y también un buen baño en la piscina puede ser la mejor receta para un día perfecto.

La piscina no solo es un lugar para nadar, sino que también nos permite mantenernos en forma de un modo refrescante. Si bien lo más habitual es nadar, lo cierto es que hay otros ejercicios que podemos hacer sin salir del agua y que nos permiten seguir activos y quemar grasa.

Cinco ejercicios en la piscina para quemar grasa

Encontrar un hueco para hacer ejercicio varias veces por semana no siempre es sencillo, por eso aprovechar el rato que podemos pasar en la piscina, refrescándonos, puede ser una buena idea. Tendemos a pensar que en la piscina solo podemos nadar, pero lo cierto es que hay otros muchos ejercicios que podemos probar para quemar grasa y calorías, ponernos en forma y también salir de la rutina.

Algunos de los ejercicios que podemos hacer en la piscina son:

• Bicicleta en el agua: Para realizar este ejercicio hay que estar en el agua, con la espalda apoyada en el bordillo y sujetándose con los brazos. El movimiento es el mismo que se haría pedaleando en una bicicleta, pero, obviamente, sin ella. Lo ideal es hacerlo con el core activo.
• Jumping jacks: La resistencia del agua hace que este ejercicio sea más efectivo que en tierra. Al saltar, hay que abrir las piernas y elevar los brazos, estirados sobre la cabeza. Con un nuevo salto, se regresa a la posición original.
• Sprint en el sitio: Escoge un lugar en el que el agua cubra por encima de la cintura y, como su nombre indica, solo será necesario elevar las piernas, como si estuviéramos corriendo, pero sin moverse del sitio. Eleva las rodillas al pecho para que sea más efectivo.
• Hundir el balón: Los brazos también podemos entrenarlos sin necesidad de nadar, por ejemplo con esta actividad, con la que también se trabajarán la espalda y el pecho. Una vez más, el nombre del ejercicio explica cómo se hace, cogiendo el balón y empujándolo con ambas manos hasta hundirlo.
• Patadas: Mirando al bordillo, con las manos apoyadas al mismo, solo será necesario dar patadas, que pueden ser tanto las de crol, alternando las piernas, como las de mariposa, con ambas a la vez. También se pueden añadir aletas o hacerlo sin ellas.

Estos ejercicios se pueden incorporar a nuestra rutina en la piscina, ayudándonos a fortalecer músculos, huesos y articulaciones mientras quemamos grasa.

Beneficios de la natación para la salud

La natación es un deporte que se puede practicar a lo largo de toda la vida y cuenta con muchos beneficios. Es un ejercicio de bajo impacto, respetuoso con las articulaciones, lo que lo hace ideal en caso de lesión previa, además favorece la flexibilidad y elasticidad, la coordinación y la agilidad, también el equilibrio. Aumenta la capacidad pulmonar, la concentración y el estado de ánimo.

Gracias a este entrenamiento trabajamos casi todos los grupos musculares, tanto del tren inferior como del superior, además de fortalecer el core. Evita y reduce dolores de espalda, fortalece los músculos y reduce el riesgo de osteoporosis, mejora la resistencia, favorece la circulación y también ayuda a perder peso, porque se pueden llegar a quemar unas 500 calorías por hora.